"Guayaquil seguirá operando sin interrupciones", reza un comunicado compartido en la cuenta oficial del alcalde de la Urbe Porteña, Aquiles Álvarez. Con este comunicado, el burgomaestre asegura que los servicios municipales no se detendrán en la ciudad y responde a la decisión tomada por el Gobierno del presidente Daniel Noboa de suspender la jornada laboral los días jueves 18 y viernes 19 de abril de 2024, debido a la crisis energética que enfrenta el país. 

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En la publicación, que se hizo la tarde de este miércoles 17 de abril, el burgomaestre asegura que "los servicios públicos municipales seguirán operativos de forma normal para garantizar el bienestar de los guayaquileños". 

En el escrito se asegura que que acciones como "la recolección y transporte de basura, hasta el suministro de agua potable por parte de Emapag e Interagua, la atención en el Registro Civil, el funcionamiento de los mercados municipales, el control del tránsito y la seguridad, la operación de aeropuertos y terminales terrestres, los programas de salud y los servicios de los Bomberos de Guayaquil, así como el mantenimiento de espacios recreativos como parques y el Malecón, se mantendrán activos sin interrupción".

El comunicado no termina ahí, pues también califica a la medida tomada por el presidente Daniel Noboa. "El Gobierno Central ha anunciado dos días de feriado", dice.

Según Álvarez, la paralización de la ciudad de Guayaquil afectaría directamente en la producción de al menos 70'000.000 de dólares. 

Este miércoles, la Presidencia de la República ha tomado nuevas medidas luego de obtener resultados de una investigación preliminar. Según el comunicado emitido, se ha descubierto que "funcionarios de alto rango del Ministerio de Energía y Minas, incluida la exministra Andrea Arrobo, han ocultado deliberadamente información crucial para el funcionamiento del sistema nacional energético".

Estas primeras indagaciones indican que se suprimieron y desestimaron advertencias y alertas al Comité de Crisis Energética "con el objetivo de mantener oculta esta grave situación y evitar la toma de decisiones oportunas". Por tanto, los cortes de energía no solo fueron una respuesta a condiciones ambientales adversas, sino también a acciones impropias de corrupción y negligencia.

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