Que la bulla de los megáfonos incomodó, que afectó al turismo o que hubo desorden. Esas fueron algunas de las críticas que arrojaron ciudadanos en torno a la considerable presencia de vendedores ambulantes que recorrieron el Malecón 2000, durante el feriado anterior.

Pero también hubo comentarios a favor, lo que colocó nuevamente a este sitio turístico de Guayaquil en el centro de atención en redes sociales. Y como el alcalde Aquiles Álvarez utiliza Twitter para responder a las quejas o sugerencias que escriben los ciudadanos, esta vez no fue la excepción.

“Siempre ingresan vendedores ambulantes y se les pide que por favor abandonen el lugar, con respeto. Ya los reubicaremos con orden y control”, contestó el alcalde al cuestionamiento que hizo el usuario Humberto Plaza.

Pero Álvarez no fue el único funcionario municipal que reaccionó; también lo hizo Luis Alfonso Saltos, titular de la Dirección de Planificación Urbana, Proyectos y Ordenamiento Territorial (Dupot): “La planificación, rediseño urbano, censo y, entre otras acciones, lograr un cambio en el uso del espacio público ordenado y seguro”, tuiteó el planificador urbano.

El caso se extendió hasta el lunes 29 de mayo, pues el Cabildo emitió un comunicado en el que aseguró que, durante el asueto, se “activó un plan” que constó de 45 guardias privados, que contaron con el apoyo de 17 agentes metropolitanos, y una de las tareas de este equipo fue la del control de los comerciantes informales.

La institución aseveró, además, que durante las últimas dos semanas -tiempo que lleva administrando Álvarez- se redujo en 60 % la presencia de los vendedores informales “gracias a los operativos realizados, que tienen como objetivo lograr que la experiencia de los visitantes sea siempre la mejor”.

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El Cabildo concluyó el comunicado recordando que “no habrá represión con violencia” a las actividades de los vendedores informales.