“Expresamos nuestra solidaridad y el más sentido pésame a los familiares por la trágica e irreparable pérdida de nuestros hermanos Javier y Susana; empresarios y dignos ciudadanos caravileños”.

Este párrafo es parte del comunicado -fechado el pasado 28 de mayo- de la Municipalidad de Caravelí, ciudad de una de las ocho provincias que conforman el sureño departamento de Arequipa, Perú, y en el que se pide la ubicación inmediata de los dos presuntos asesinos de una pareja de esposos, empresarios de la industria del aguardiente de uvas (pisco), muy queridos en la zona.

El doble asesinato habría ocurrido hace unos cuatro días y se descubrió porque familiares y amigos los buscaban y dieron alerta a las autoridades de su extraña ausencia. Al final, los localizaron en su propiedad, donde dieron con el salvaje asesinato de la pareja.

“Exigimos a la Policía Nacional efectuar los operativos y acciones tácticas para la identificación, ubicación y captura de los principales sospechosos, quienes estarían camino a la frontera con el Ecuador”.

Este es el último rastro que tienen en Perú de los dos venezolanos y que da cuenta de que habrían transitado por Perú rumbo a Ecuador luego de que presuntamente mataran a Javier Navarro de la Fuente y Susana Méndez de Navarro.

A Navarro de la Fuente lo mataron, le quemaron la cabeza y arrojaron su cuerpo en un terreno de la finca donde produce sus bebidas. A Susana Méndez, la esposa, la ataron a una silla de pies y manos, la torturaron y la asesinaron en la casa de la misma hacienda. El consejero por la provincia de Caravelí, Santiago Neyra, divulgó las fotografías de los presuntos responsables en su cuenta de Facebook.

“Los extranjeros, a quienes la familia Navarro Méndez dio trabajo, serían José Salcedo y Alexander Bravo. Pobladores de la zona indicaron que salieron de Caravelí el último domingo”, informó el Diario El Comercio, de ese país.

“La dama estaba dentro de la vivienda con algunas cintas en las extremidades, lo que hace presumir que fue torturada y asfixiada hasta fallecer. En el caso del varón estaba en sus terrenos de cultivo y tenía señales de haber sido quemado”, relata el Diario Correo, de Perú.

Versiones periodísticas señalan que Navarro de la Fuente los habría contratado hace un mes para que trabajen en su predio.

“Fue muy confiado, incluso enviaba a los jóvenes a realizar depósitos de dinero a entidades bancarias, porque vendió uvas del viñedo y habría recibido cerca de cien mil soles (29 mil dólares)”, cita la agencia de noticias peruana RPP. (HS)