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Perros le arrancaron el piecito
Un niño fue encontrado sin vida en una terraza cerca de su casa. Dos canes lo habrían atacado.

El pequeño fue encontrado en la terraza de una vivienda cercana a su residencia. La madre se acercó a la morgue para retirar el cadáver.
Valentina Gualavisí solo tenía un deseo. El cuerpecito de su hijo Lennin tenía que ser enterrado en Cangahua, en Cayambe, lugar de origen de la madre.
Nunca antes pensó en la posibilidad de tener que buscar un sitio para sepultar a su retoño, de 7 años. Sin embargo, la noche del viernes la tragedia golpeó a su puerta.
Esa tarde, Lennin llegó de la escuela y, mientras Valentina trabajaba a unas casas de su domicilio, en San José de Guamaní, sur de Quito, el pequeño jugueteaba con un amigo.
Cuando ella terminó su oficio en el taller de costura llegó al hogar y notó que su chiquitito no estaba. “Empezamos a buscarlo. Hasta difundimos su foto por Internet”, recordó la mujer.
Sus vecinos se juntaron a la tarea de localizar al niño, pero hasta la noche no hubo respuesta.
Según el informe de la Policía, horas más tarde, una mujer halló el cuerpo del menor en la terraza de su vivienda, en la que también está situado el negocio de costura.
Lennin había sido atacado por dos perros y sus mordidas le ocasionaron la muerte. “Presentaba varias heridas en distintas partes... también tenía desprendimiento de una de sus extremidades inferiores y parte del rostro”, precisa el documento de la institución.
Valentina no logra entender qué hacía su hijito en ese lugar. En ocasiones, él y sus amigos se cruzaban de terraza a terraza, pero el muro del sitio en el que sucedió la tragedia es muy alto “y no alcanzaba” a pasarse.
El dolor que invade a la familia de Lennin es indescriptible, más aún cuando lo recuerdan “travieso y sonriente”. Su madre siempre le enseñó a saludar a sus vecinos por lo que era muy querido en el barrio.
Al niño le encantaban los animales, incluso hace unas semanas recogió a una perrita de la calle, a la que su hermana mayor nombró Sila. Era el único varón en la familia y “el mimado de la casa”, rememoró Valentina.
Ayer, la progenitora llegó a la morgue de Quito, en compañía de su hermana. Pasado el mediodía podría retirar los restos del niño, cuyo velorio estaba previsto para la tarde en la casa barrial de la localidad. Hoy se realizará el traslado a Cangahua, al norte de la capital. (AAM)