Familiares y amigos de Viejo Tom, como le conocían a Ton Zambrano, colocaron una vela encendida dentro de un cajón, justo en el lugar donde lo asesinaron a bala.

Él, Alejandro Arquieda, y otro hombre, quien todavía no ha sido identificado por la Policía, fueron asesinados a tiros, la madrugada del 19 de octubre en el sector de San Roque, en el centro de Quito.

(Lea también: Las armas usadas en el ataque que dejó tres muertos en San Roque, Quito.  )

Las víctimas, según moradores del lugar, eran cuidadores de los camiones que descargan mariscos y pescado que son entregados en el mercado.

Según la Policía, a las 03:00, un automóvil con cuatro ocupantes se habría estacionado cerca de la zona de descarga.

Uno de ellos habría corrido con una pistola hasta las pescaderías y disparó a Arquieda en el abdomen y muslo derecho. Otros dos sujetos, supuestamente, sacaron un fusil y otra pistola para asesinar a Zambrano y al individuo que no ha sido identificado.

Durante el tiroteo hirieron a dos ciudadanos de nacionalidad venezolana, quienes se desempeñaban como ‘cocheros’ (personas que llevan el producto de mar de los camiones hasta el centro de abastos).

Condolencias

Por la mañana, los dueños de negocios y habitantes no se refirieron al hecho por temor a represalias. Solo murmuraban: “La mafia no nos quiere dejar trabajar”.

Algunos vecinos dijeron que Zambrano era familiar de los propietarios de una pescadería a quienes les brindaba seguridad cuando entregaban el producto.

Uno de sus primos publicó un mensaje de condolencias en su cuenta de Facebook en la que escribió: “Descansa en paz, Viejo Tom, como te decía personalmente. No entiendo por qué Dios permite que pasen estas cosas. Eras una buena persona, respetuosa y trabajadora”. Más adelante, el pariente pidió a las autoridades que limpien el barrio de las organizaciones criminales.

Investigación

El coronel Patricio Vargas, comandante de Policía de Manuela Sáenz, indicó que según las primeras indagaciones, el ataque respondería a la lucha de grupos de delincuencia organizada por controlar el territorio para la venta de drogas.

Añadió que las víctimas también pertenecerían a algún grupo delictivo y confirmó que no fue un enfrentamiento, sino que los victimarios “llegaron directo a matar a sus objetivos”. Al levantar los indicios balísticos, los agentes determinaron que los atacantes utilizaron pistolas y al menos un fusil calibre 0.556 pulgadas.

Sin embargo, los moradores de San Roque indicaron que los fallecidos no pertenecían a ninguna estructura criminal y que, por lo contrario, ellos intentaban que no incremente la venta de estupefacientes en la calle Cumandá. 

Extraoficialmente, se conoció que la banda organizada liderada por Colón Pico estaría detrás del ataque. Otro hecho violento ocurrido el 25 de junio de este año, a una cuadra de donde se dio el triple crimen, también lo vincularon con el grupo del ‘capo’, pero en aquella ocasión sus secuaces fueron las víctimas.

Aquella madrugada, ocho pistoleros llegaron con metralleta y dispararon a un grupo de personas que estaban afuera de una fiesta. Asesinaron a un hombre de 28 años e hirieron a otros dos.

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