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Boas, loros, monos de Guayaquil fueron devueltos a la libertad
339 animales recuperados en Guayaquil, Durán y Samborondón en 8 meses

Cocodrilo encontrado en el Estero Salado.
Isabel Campuzano
Con cuidado, ayudándose con una soga, un policía rescatista de especies sometió una gruesa serpiente para trasladarla a un bosque donde no represente peligro para las personas ¿CUÁNDO?. Días antes, a un peludo perezoso lo colocaron en una jaula y también lo llevaron a una reserva natural.
Tanto el reptil como el oso, unos loros, pericos, tortugas, zarigüeyas, iguanas, monos, viviñas, ardillas, patillos y otras especies fueron recuperadas por integrantes de la Unidad de Protección de Medio Ambiente (UPMA) de la zona 8 de la Policía.
Con cifras en la mano, el mayor Wilson Coloma, jefe de la Unidad, manifestó que desde el primer día del 2016 hasta el 15 de agosto recuperaron a 339 animales en distintas áreas de Guayaquil, Durán y Samborondón, jurisdicciones que comprenden la zona.
De entre las diferentes especies, las más atrapadas son las boas, las cuales se dejan ver “porque se perturba su hábitad natural”.
“La ciudad se está extendiendo a zonas donde eran campos, donde vivían estos animales y cuando ellos ya no tienen alimento, salen, asoman por las casas, en patios, ingresan por las alcantarillas”, sostuvo el uniformado.
Como se considera peligrosas, las culebras son víctimas de personas que les temen, por ello Coloma convocó a la ciudadanía a no matarlas. “Si ven a una serpiente que nos llamen (teléfono 6042167) para ir a retirarlas y ponerlas en una reserva”, acotó el jefe de la Unidad.
Aves del Perú
El líder de la UPMA reconoció que muchos de los animales fueron atendidos porque quedaron abandonados, se escaparon de donde los tenían cautivos y también porque fueron devueltos. Algunas personas que los tenían como mascotas llamaron a la dependencia para entregarlos voluntariamente por no poder cuidarlos.
Según el agente, en las diferentes tareas notaron que ciertos monos, loras, tortugas fueron desplazados desde región amazónica. Incluso, en alguna ocasión les denunciaron la presencia de un tigrillo que tenían en una casa como mascota.
Los loros y pericos son otras de las especies más recuperadas por personal de esta Unidad que durante sus actividades se han “percatado de que están ingresando especies silvestres, como loros y pericos desde el Perú”.
Al introducirse este tipo de animales, “se atenta contra la fauna, están ocasionando daño a nuestras especies”, precisó el jefe policial. Por el instinto de sobrevivencia, esas aves se adueñan del territorio, se le comen la comida a los nacionales y los desplazan.
Valoración Médica
En el Ministerio del Ambiente se informó que cuando se habla de “rescate de fauna silvestre, se entiende por especímenes que se encuentran en alguna situación de riesgo”.
Por ello, el Ministerio del Ambiente o la Unidad de Protección de Ambiente de la Policía Nacional (UPMA) ponen a buen recaudo al animal que se encontraba bajo amenaza.
Este procedimiento, según la información proporcionada por el ministerio, “va acompañado de una valoración médica para corroborar el estado de salud del animal y en caso de no haber lesiones se lo reinserta al hábitat”.
Por lo general se los ubica en algunas de las áreas protegidas o en bosques cercanos a la urbe.
Un proceso diferente “es el del decomiso, que generalmente está ligado a la tenencia de especies silvestres en calidad de mascotas y que su proceso de liberación generalmente no es viable, por haber pasado mucho tiempo en cautiverio”.
A esos animales rescatados los llevan a centros de manejo autorizados por el Ministerio del Ambiente, sitios de rescate, donde los vigilan y cuidan.
Diversidad de fauna
En los bosques Guayaquil y en los distintos parques se puede apreciar la diversidad faunística que cautiva a los expertos. Las aves son un ejemplo. La ciudad es uno de los lugares donde científicos se dan cita para avistamiento de la variedad de especie, jornada promovida turísticamente por el Municipio.
Solo en la urbe guayaquileña, en los parques, jardines, malecones y avenidas se ha calculado la presencia de aproximadamente 300 especies de aves silvestres.
Por ello, en un vecindario donde existen frondosos árboles no sorprende ver a sigilosas iguanas que procuran alcanzar unas ramas, mientras que unas viviñas cantan y sobrevuelan en la copa de un árbol, gozando de su libertad.
Varias fundaciones han realizado programas de reforestación y conservación de los hábitat adecuados para las diversas especies como el papagayo, considerado símbolo y el cual está representada en una gigante escultura, así como el mono, la iguana.
En otras entidades también se promueven la concientización y preservación de las diferentes especies de la ciudad en su estado natural.
Este es el número de animales rescatados en la zona: