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Cajetines pequeños y decenas de cables cuelgan a pocos centímetros del suelo en el segundo callejón de la Quisquís.Jorge Quimi

¡Quién arregla este relajo!

Después de cambiar un poste eléctrico, varios cables están a punto de caer en la ciudadela Quisquís, norte de Guayaquil.

El cambio de un poste de alumbrado eléctrico en la manzana Y2, segunda peatonal de la ciudadela Quisquís, ha puesto los pelos de punta a decenas de familias que prefieren no salir para evitar cualquier situación de riesgo en esta etapa invernal.

Una de las moradoras de este callejón señaló que ha perdido la fe y las ganas de reportar esta situación a las operadoras del servicio de telefonía, internet y televisión pagada.

Señala que solo le queda esperar la buena voluntad de los directivos de las diversas compañías, un milagro o que, “Dios no quiera”, ocurra una desgracia para que arreglen algo que ya ha sido reportado a los servicios telefónicos.

La señora prefiere el anonimato, porque teme que su queja le ocasione problemas.

Su vecina Glenda de Bastidas se arriesga y dice que este inconveniente inició el año pasado, cuando trabajadores de la Corporación Nacional de Electricidad reemplazaron un poste que estaba en mal estado.

En el sitio, los cables de las operadoras quedaron cortos. Para no dejarlos en el suelo, los trabajadores de la eléctrica los amarraron con cables muy finos al nuevo poste, pero por el peso cedieron y hoy están a centímetros del piso, junto con dos pequeños cajetines de distribución.

Franklin Pilligua, otro de los moradores de este callejón, indica con resignación que nada se puede hacer, porque los cables son de varias operadoras y, hasta que estos se pongan de acuerdo en arreglar el inconveniente, pasará mucho tiempo.

Este Diario se contactó con agentes de varias operadoras. En el caso de CNT, indicaron que en estos días revisarían el único cable que tienen en servicio en este callejón. Por su parte, personal de CNEL indicó que las operadoras de telecomunicaciones utilizan los postes de la red eléctrica para evitar la proliferación de postes en la ciudad.

Lo hacen al amparo de contratos de arrendamiento y bajo normas técnicas establecidas. Aseguran que se trabaja coordinadamente entre los operadores de telecomunicaciones y esta unidad de negocio, para que, una vez instalado el nuevo poste, reubiquen sus cables y así se pueda retirar el poste antiguo.

Mientras esto ocurre, los moradores de este callejón encienden una vela para que llegue el milagro.