La detención de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, dio pie a una serie de cuestionamientos sobre su localización desde que un medio colombiano emitió un reportaje asegurando que todo estuvo planeado. Es decir, que el presunto líder del grupo terrorista Los Choneros se habría contactado con John Reimberg, ministro del Interior de Ecuador, para llegar a un acuerdo para su entrega, a fin de que su familia tenga garantías de seguridad.

Ante ello, ayer, la vocera de la Presidencia ecuatoriana, Carolina Jaramillo, precisó que el Gobierno, encabezado por el mandatario Daniel Noboa, no negocia con los delincuentes. “Los perseguimos y los atrapamos”, aseguró la funcionaria, quien también se refirió al tema de la extradición de Fito.

Según Jaramillo, sería irresponsable de su parte emitir un tiempo estimado sobre el traslado del reo hacia Estados Unidos. A decir de la vocera, está en manos del gigante norteamericano el definir cuándo solicitará, de manera formal, la extradición de Macías Villamar.

Con las declaraciones de Jaramillo, se reforzó lo que el ministro Reimberg dijo al medio colombiano, el cual, a su criterio, solamente difundió mentiras. El principal de esta cartera estatal aseveró que la captura de Fito se hizo con precisión y gracias a un trabajo minucioso de inteligencia. Por ello, destacó la labor del Bloque de Búsqueda, integrado por la Policía y Ejército.

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A decir de Mauricio Alarcón, analista político, ya han sido habituales las tensiones diplomáticas entre ambos países. “No es probable que este impasse sea la causal de una ruptura de relaciones de Ecuador con Colombia”.

Con respecto a lo difundido por medios de esa nación, esto ha generado una situación bastante incómoda, que ha merecido pronunciamientos por parte del gobierno de Ecuador, según Alarcón. El especialista también precisa que, ahora más que nunca, se requiere que haya transparencia en torno a la detención del delincuente José Macías Villamar.

¿Puede haber un conflicto diplomático por alias Fito?

Desde Colombia, a través de su cancillería, se indicó que sí hubo una petición de Fito. Sin embargo, esta no siguió ningún canal diplomático. Además, las autoridades acotaron que ellos no intervendrían en las decisiones soberanas que tome Ecuador respecto al presunto líder de Los Choneros.

Para Marcel Merizalde, docente universitario y también analista en temas políticos, ya existe un conflicto diplomático que merma la credibilidad del presidente Daniel Noboa y de su equipo de Gobierno.

“Y no es para menos. Hay una serie de datos fácticos que muestran que la verdad la reveló el medio colombiano. El propio Fito al ser capturado por los uniformados, dijo: ‘Ya me entregué, ministro’”.

Merizalde considera que Reimberg insiste de manera inadecuada en posicionar la hipótesis del éxito de las labores de inteligencia de Ecuador. “Se subraya en esa idea magnífica, la mentira sobre la que se levanta. El capital político del Gobierno se pierde de manera anticipada”.

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