Los privados de libertad que no comen perjudican su salud

Hechos violentos ocurridos a finales del mes de mayo y mediados de junio provocaron que autoridades carcelarias sean más estrictas en los controles y regularicen las visitas para las personas privadas de libertad (PPL).

Esto habría causado que en varios centros de privación de libertad los internos no desayunaran y se declararan en huelga de hambre la mañana del pasado miércoles.

En algunos centros carcelarios la medida fue controlada y los internos desistieron de la acción, pero en la cárcel de Sucumbíos, la situación se complicó. Por varias horas, los internos protestaron quemando trapos, acción que fue controlada por policías y guías penitenciarios antes del mediodía.

Pero la preocupación de muchos familiares de los detenidos era que ellos no querían comer, lo que, según el doctor y experto epidemiológico, Francisco Andino, puede causar problemas a los internos que tienen afecciones como la tuberculosis.

“La falta de alimentación es algo que empeora en pacientes con esa enfermedad. Pero no solo la falta de alimentación, sino también la ingesta incorrecta de alimentos”, explicó.

Andino señaló que la falta de proteínas, como pollo, pescado o carnes, agrava la situación del paciente. “Por ello es muy importante que se alimenten bien”, expresó.

Juana Velasco, familiar de un reo del Centro de Privación de Libertad N°1 de Varones de Guayaquil, señaló que su entenado sufrió desde hace tres semanas por varias úlceras en boca, manos y pies.

El pasado 19 de junio ella señaló que su pariente no había sido tratado de manera correcta, por lo que las llagas se infectaron.

“Desde hace dos semanas lo atendieron y curaron las heridas. Además le dieron medicamentos y en la actualidad ya han cicatrizado. Pero la noche del miércoles (3 de junio) me llamó y me dijo que habría unos cuantos PPL con el mismo problema que tuvo él”, mencionó.

Cecilia Villamar, madre de otro interno, comentó que dentro del centro existen algunos casos de tuberculosis, lo que según ella sería un foco infeccioso para los demás.

Por su parte, el coordinador técnico de la unidad de salud de varones Guayas N°1, Fabricio Orellana, confirmó que dentro de la Penitenciaría sí existen casos de tuberculosis, pero “no hay un foco infeccioso”.

“Dentro del centro carcelario existe una población fluctuante, variable día a día. Esto hace que ciertas enfermedades aumenten su índice, pero luego vuelve a bajar”, dijo el servidor público.

Medicamentos

La madre de otro interno, que omitió su identidad, contó que su hijo tiene problemas renales y que al parecer no le permiten ingresar medicamentos para su tratamiento. “Solo le dan paracetamol para el dolor. Él necesita salir para ser atendido en un hospital, pero no le quieren permitir la salida”, aseguró.

Ante esta denuncia, el coordinador de salud del Centro de Privación de Libertad manifestó que ellos tienen los medicamentos necesarios para atenciones primarias.

“Si es el caso que hay que derivar, se lo envía a un especialista, lo que se está realizando de manera paulatina. Es de conocimiento lo ocurrido en días anteriores en las dos cárceles de varones de Guayaquil, por ello ahora los traslados son más estrictos, con mayor cuidado y vigilancia”, recalcó.

Aislamiento

“Si da positivo para tuberculosis se los aísla en un pabellón designado para las personas con esta enfermedad. Estamos haciendo gestiones para repotencializar el laboratorio de baciloscopia (prueba que se utiliza en medicina para detectar la presencia de bacilos en una muestra determinada)”, refirió el coordinador de salud del centro.

Paola Mera, del departamento de relaciones públicas del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI-EC), indicó que las personas que están enfermas con tuberculosis han sido trasladadas a un nuevo pabellón más amplio, con más ventilación y luz, lugar apropiado para personas que tienen dicha patología.

“El problema de la tuberculosis es algo que aqueja a la provincia del Guayas y en especial a Guayaquil. Porque lo que ocurre en las cárceles es un reflejo en la sociedad, esto porque si hay algún tipo de enfermedad que existe en la cárcel al recibir visitas los detenidos, los familiares corren riesgo de contagio”, mencionó Andino, exministro de Salud en el Gobierno de Lucio Gutiérrez.

“Los PPL son colaboradores”

Por su parte, Orellana recordó que cada seis meses se realizan exámenes a los privados de libertad que están con riesgo de contraer la enfermedad, “si reflejan positivo se les inicia el tratamiento, que una enfermera le suministra todos los días en el mismo pabellón, con las respectivas seguridades”.

Un familiar de uno de los PPL indicó que durante las grescas ocurridas en la Penitenciaría no hubo doctores ni enfermeros que continúen con los tratamientos, que solo los mismos internos hacían las veces de médicos.

Pero el coordinador indicó que eso no era cierto y al preguntarle sobre la falta de doctores este dijo que eso no lo podía reafirmar, ya que no estuvo de turno en aquella ocasión y tampoco le fue informado.

“Los privados de libertad son colaboradores, pero solo se encargan de llevar papeles, traer medicina, llevar a los pacientes al policlínico y darnos seguridad a los servidores públicos. Pero previo a la aprobación de todas la autoridades carcelarias”, finalizó Orellana.