Los carteles de búsqueda cubrieron el ataúd sellado con plástico de Hernán Fabricio Mendoza, a quien su familia buscó incansablemente desde el 26 de enero. Le destinaron un par de horas de funeral en Quito, antes de llevarlo a Caluma, provincia de Bolívar.

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El caso causó conmoción en la capital, pues develó la modalidad de robo de tres sujetos desde hace unos seis meses. En bares del norte de Quito se acercaban a jóvenes para luego escopolaminarlos y robarles sus pertenencias. “¡Manos derramadoras de sangre! Tienen que pagar”, sollozaba la madre de la víctima en el velorio.

Desconsolada, abrazaba a sus familiares y amigos. Su Fabricito no estará más pendiente de ella. Tampoco para bromear o para verlo graduarse de una maestría en Cyberseguridad. “Tenía muchos sueños, era un chico muy alegre y cuidador”, comentó su hermana Gabriela Mendoza a EXTRA.

La sala estuvo llena. Adentro se formó una fila para dar las condolencias a Gabriela y a su madre, las parientes más cercanas de la víctima. “Usted le conocía a mi hijo, no le hacía daño a nadie”, volvía a llorar la progenitora.

Con ella, los demás presentes también empezaban a sollozar. Luego de la misa en el sitio se tenía previsto llevar el cuerpo a su pueblo, del que salieron cuando Hernán y Gabriela cursaban la educación primaria. Su madre buscaba mejores condiciones en la capital, según la familiar.

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Desde entonces, los hermanos ya eran inseparables. “Aunque yo estaba en el extranjero, hablábamos todos los días. Nos gustaba enviarnos memes”, contó Gabriela. Los chats quedan ahora como recuerdo de los planes que quedaron truncados. Por ejemplo, viajar el próximo año a México. Los ñaños compartían el gusto por la cultura mexicana.

Por ahora hay un detenido como sospechoso en este caso: Franklin Álvarez, el conductor del taxi que abordaron Hernán y su amigo. No actuaba solo. Según las investigaciones, dos sujetos abordaron a los jóvenes en La Pradera, norte de Quito, la noche del 26, y les invitaron unas cervezas. Luego subieron con ellos al taxi de Álvarez.

Treinta y dos días después fueron hallados restos óseos en el río Guayllabamba y posteriormente se determinó que pertenecían a Hernán, por medio del análisis de las huellas dactilares, según la Fiscalía.

“Del proceso y las investigaciones ya no voy a hablar. Los abogados serán los encargados”, dijo Gabriela.

La Fiscalía informó que solicitará fecha para reformular cargos de desaparición involuntaria a desaparición con resultado de muerte contra Álvarez. “Esto no se va a quedar impune. Todos los que tengan que ver tienen que ser juzgados. No queremos que otras familias sufran lo mismo”, enfatizó la familiar.

La Dirección Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased) dijo a EXTRA que aún no se darán declaraciones sobre el caso, pues se espera la audiencia de vinculación de los dos sujetos que operaban con el taxista.

Estos ya fueron identificados y se conoce que tienen procesos abiertos por robo. Esta banda estaría vinculada en al menos 20 robos con el mismo modus operandi, de los cuales tres están judicializados.

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