¡Ortiga, baño y látigo para ladrón de celulares!

Más de cuatro horas tardó la asamblea en Salasaka para resolver la sanción a un sospechoso de hurto de celulares. A eso de las 13:00 del martes 29 de mayo, se supo que el castigo sería en la Plaza Central con la ortiga, para que toda la comunidad —en especial niños y jóvenes— observe. Además recibió un baño en el río Pachanlica y varios latigazos, como parte del proceso de “purificación” para que enmiende sus pasos y dejen de delinquir.

Hubo careo. Se escucharon todas las partes durante la asamblea para garantizar el debido proceso de la justicia indígena que está respaldada en la Constitución. Estaban las autoridades de la comunidad, el presunto implicado, la familia del aprehendido, los afectados y la Policía Nacional.

Cerca de dos mil personas se hicieron presente y exigían justicia para evitar más robos en la comunidad. “En Salasaka no vamos a permitir que nos roben y nos haremos respetar”, mencionó el gobernador del pueblo Baltazar Jiménez.

Los delincuentes fueron reconocidos.

El delito de hurto fue reportado a las 19:30 del lunes 28 de mayo. José Guaranga, teniente Político, explicó que el sujeto fue detenido luego de ser reconocido como el ladrón que arranchaba los celulares de los estudiantes dentro de un bus, que viajaba desde Pelileo para Ambato.

El joven fue identificado como Diego Cabrera de 24 años, y traía consigo un celular que no logró justificar. En medio de las investigaciones, el teniente político indicó que se ubicó a una adolescente de 16 años que aseguró que le habían robado el móvil dentro del bus.

Carmen Jerez, integrante del Consejo de Gobierno, aconsejó y a la vez reprendió halando la oreja al procesado. “Eres joven y debes enmendar tus pasos. Trabaja y deja de robar”, le dijo.

Rufino Masaquisa, historiador de Salasaka, expresó que los robos —en especial de los animales— son a diario y no van a permitir que ningún malhechor les quite la tranquilidad.

Caminando semidesnudo

La presidenta del Movimiento Indígena de Tungurahua, Rosa Jerez, propuso el baño en el río y con cargas de hierbas. Además lo hicieron caminar semidesnudo por las calles de la comunidad y en la plaza central fue la “limpia” con la ortiga negra y verde por autoridades de la parroquia. “Para que no robe, no mienta y no sea ocioso. Para que te enmiendes muchacho y no hagas mal a nadie”, reprendió Martha Chango mientras le pasaba la ortiga por el cuerpo.