Verónica Benítez le pide a Dios y a la memoria de su hijo que la ayuden para resolver su crimen. Luis Cordero fue encontrado agonizando en una acera cerca de su casa, en Cotocollao, norte de Quito, la madrugada del sábado 7 de agosto, luego de que saliera de una reunión.

Su rostro estaba irreconocible y se presume que lo mataron a golpes por robarle.

Desde ese día, la mujer no ha descansado de buscar información que le permitiera dar más luces al caso y se logre capturar a los responsables de su muerte.

Ella y su abogado, Diego Benítez, recorrieron la calle donde fue hallado el joven herido. Buscaron cámaras de seguridad y les pidieron a sus propietarios que les facilitaran los videos. Encontraron cuatro en los que se puede ver que Cordero se sube en un taxi a las 23:54 del viernes 6 de agosto.

Lo que les pareció extraño es que en el vehículo amarillo que abordó había dos personas más en la parte trasera. “Presumimos que ellos fueron quienes golpearon a mi hijo para quitarle el celular”.

Días más tarde Benítez recibió una llamada telefónica de una persona desconocida, quien le dijo que ubicaron un taxi con las mismas características a pocos minutos de donde ocurrió el hecho violento.

La mujer, familiares y su abogado fueron al sitio y llamaron a la Policía por si acaso haya sido una trampa, pero se encontraron con el vehículo sin ocupantes.

Con estos nuevos indicios fueron ayer hasta la Fiscalía para entregar los datos que podrían ayudar en la búsqueda de los sospechosos que asesinaron a Cordero. “Solo pido justicia”, dijo la madre.