Exclusivo
Actualidad

Chamanga aguantó el remezón
Miguel Ángel González, Chamanga (Esmeraldas)
El calor de San José de Chamanga, en Muisne, roía el cuerpo hasta asfixiarlo. Una leve brisa vagaba por las calles polvorientas sin frenar la ardiente temperatura.
Este poblado de la provincia de Esmeraldas, a una hora de viaje en dirección a Pedernales, se asienta en el borde costanero. De las profundidades del mar salió la energía que sacudió el país y que hasta ahora ha dejado 350 víctimas mortales, en su gran mayoría en la provincia de Manabí.
A pesar de la fuerza, en aquel brazo de mar no hay alguna evidencia de que el sismo de 7,8 grados de magnitud se haya iniciado allí.
El ardor seguía en un ambiente donde las estructuras colapsadas por el remezón emergían ayer a plena luz. Una pala mecánica rompía con ímpetu una losa deformada.
Frente a ese laborioso espectáculo se divisaba la casa destrozada de Gregorio Lluminagua, que salió el sábado pasado a Pedernales a comprar un repuesto vehicular.