Los habitantes de la vía a la costa están 'calientes' por el atasco provocado por el mantenimiento preventivo que se ejecuta en el distribuidor de tráfico de las avenidas Rodríguez Bonín y del Bombero.

Si bien es una obra que creen necesaria se ha convertido en un “dolor de cabeza”; debido a la falta de planificación que, a juicio de los residentes, han heredado, y a las pocas acciones de los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

“Están parados, moviendo el brazo de adelante para atrás, una y otra vez, como si fueran abanicos. No hacen más que hacerte señas. Ante un mínimo trabajo, el área es un infierno”, se quejó Romina Castillo, quien intentaba llegar a su hogar, en Belo Horizonte.

La ciudadana tuvo que conducir hasta cerca del peaje, puesto que el retorno 1 estaba bloqueado y en el 2, la fila de autos se extendía por aproximadamente dos kilómetros.

“No sé en qué cabeza bloquear los retornos puede ser la mejor decisión. Lo que estamos viviendo y experimentaremos por más de un mes es horripilante”, se quejó Sonia Cruz, de Terranostra.

Según detalló el Municipio la semana pasada, la intervención culminará en 45 días, contando desde el 1 de septiembre; y aunque se ha habilitado una vía alterna de dos carriles, en la ruta que existe entre la avenida del Bombero y el ingreso a la vía a la costa, para intentar alivianar la circulación de quienes van rumbo a este último punto, la medida de poco o nada ha servido.

La noche del pasado 4 de septiembre y ayer, EXTRA estuvo en el lugar y fue testigo de los embotellamientos que se formaron de ambos lados de la arteria.

“No me quejo del mantenimiento porque se lo necesita, me quejo de la ATM, que no planifica mejor. Lo que pasa hoy aquí evidencia simplemente que no existe esa entidad”, reclamó Sandra Gallardo, quien pasó más de dos horas atascada en la vía.

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