Con una venda negra sobre los ojos, Vanessa Bajaña caminó unos metros dentro de la Terminal Terrestre de Guayaquil. Durante los pasos que dio se guiaba únicamente con un bastón de esos que utilizan las personas no videntes.

Junto a la chica iba una colaboradora del Centro Municipal de Apoyo para Personas con Discapacidad Visual 'Cuatro de Enero', quien la iba vigilando para evitar que tropiece. Para Vanessa fue una experiencia sorprendente.

"Sentí un poco de temor al caminar así porque es algo muy diferente. Es ponerse en el lugar de quienes, por su condición, deben movilizarse así", comentó luego de su vivencia.

Ella fue una de quienes participó de la actividad alusiva al Día Mundial del Bastón Blanco, que busca generar empatía a través de experimentar por un instante la caminata de las personas no videntes. La fecha conmemorativa se instauró en 1980.

La actividad se replicó en dos sitios más de la ciudad: en 10 de Agosto y Malecón y en la esquina de la avenida 25 de Julio y Ernesto Albán.