Nuevos desprendimientos de tierra volvieron a encender las alertas en la quebrada Carretas, al norte de Quito. Esta vez, parte del patio de una vivienda colapsó, dejando expuestas tuberías del Municipio y poniendo en riesgo una cancha y un callejón.

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Los vecinos aseguran que el problema no ha sido solucionado, pese a las promesas y a una sentencia de la Corte Constitucional que ordena una intervención integral.

Estefanía Pabón, representante del Colectivo Luchando por las Quebradas, explicó que el nuevo colapso no solo dejó al descubierto tuberías, sino que evidencia que la obra ejecutada fue insuficiente.

“Ese tubo fue el que originó el socavón, y ahora volvió a quedar al aire. El terreno se sigue hundiendo”, alertó.

Pabón cuestionó que el Municipio busque desalojar a las familias sin garantizar una solución estructural. “A mí me quieren sacar por 5.000 dólares. Y aunque lo hagan, el problema seguirá porque la quebrada se sigue comiendo las casas”, advirtió.

Pabón se ha comunicado con las autoridades municipales, quienes le han respondido que no hay riesgo, pero los afectados viven otra realidad.

Sentencia de la Corte

Lo que ocurre en Carretas no solo es un problema vecinal. La Corte Constitucional del Ecuador, mediante la sentencia No. 2167-21-EP/22, ordenó al Municipio de Quito implementar un Plan complementario del río Monjas, que incluya la intervención de su cuenca y la de sus afluentes –como la quebrada Carretas– en tres fases.

Corto plazo: medidas urgentes en zonas de riesgo. Mediano plazo: obras para regular el cauce y descontaminar las aguas.

Y finalmente, largo plazo: intervención integral en todas las cuencas hidrográficas afectadas.

Este plan debe ser elaborado con participación ciudadana, y su ejecución debe informarse de forma semestral. Sin embargo, los vecinos afirman que no se ha socializado nada y que la quebrada sigue erosionando a pasos agigantados.

 Algo que tiene a los vecinos sin poder dormir, pues varios de ellos son personas vulnerables. "Mi abuelita ya tiene 100 años. Yo ya he tenido pesadillas", finalizó la defensora de las quebradas.

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