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IESS: Corrupción, el peor de los males del sistema pensional

Aunque admiten falta de credibilidad en el esquema actual, cambios planteados buscan salvar al sistema de invalidez, vejez y muertedel Seguro Social

Cada vez hay más jubilados y menos afiliados al IESS: hace falta dinero.
Cada vez hay más jubilados y menos afiliados al IESS: hace falta dinero.EXTRA

El sistema se ha dañado, ha perdido credibilidad. Quien lo dice es Augusto de la Torre, coordinador de la comisión de reformas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al hablar, precisamente, sobre los cambios propuestos para mantener con vida a la entidad.

Luego de sentirse ‘golpeado’ por las publicaciones de EXTRA, en las que ciudadanos afiliados mostraban su indignación y temor por las reformas planteadas, en especial en lo relativo a la pensión jubilar, De la Torre dialogó con este medio para exponer su defensa del por qué de la propuesta.

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Una de las primeras cosas que hace es admitir que la corrupción “es una lacra, un cáncer en Ecuador difícil de extirpar”. Lo dice al tiempo de señalar que, en el trabajo que realizó la comisión que lidera, “la primera impresión que tenemos es que los problemas están enquistados principalmente en el sector de salud y en el BIESS (el banco del IESS)”.

Por ello, al desmenuzar la propuesta de la comisión, explica que lo se plantea es que el Consejo Directivo actual se quede solo a cargo de salud y riesgos de trabajo, y que dentro del mismo IESS se cree un nuevo cuerpo de gobierno “más profesional, menos dominado por el Ejecutivo, con vocales que representen de verdad a los intereses de los jubilados y los afiliados, y que ese esté a cargo del sistema pensiones”. 

Ya en lo que ha causado la preocupación de la mayoría de afiliados, las reformas que se relacionan directamente con el bolsillo y la edad de los afiliados, precisa que “lo primero que hay que entender es la raíz del problema: el sistema de invalidez jubilación y muerte, porque ya se estrelló con el cambio de la demografía”.

En detalle, explica que la población de la tercera edad va en aumento y con ello también “el número de jubilados, que crece casi el doble del ritmo de los afiliados”. ¿Y por qué debe preocupar esto? Pues “porque es este cambio demográfico el que nos pone contra la pared”, dice De la Torre.

Enseguida, explica que, de acuerdo con las cifras que se manejan, se determina que para poder mantener el equilibrio económico se necesitan al menos 8 afiliados por cada jubilado, pero ahora hay solo 5 por cada jubilado, y eso puede bajar cada vez más donde no se tome “al toro por los cuernos”.

Según Augusto de la Torre, con la reforma planteada no se aumenta la edad mínima para la jubilación ni tampoco se incrementa el porcentaje de aporte del afiliado, que seguirá siendo del 11,06%.

Es más, refiere el titular de la comisión de reformas del IESS, hay que considerar también la variable de expectativa de vida. “Antes, el ecuatoriano que llegaba a cumplir 60 años vivía, en promedio, unos 12 a 15 años más; ahora la expectativa es vivir unos 25 años más”.

Por ello, justifica la propuesta que plantea, entre otros puntos, algunas reformas en el plan de aportes y jubilación en cuanto a edad y años del afiliado, así como el cálculo de las pensiones jubilares.

MENOS AÑOS, MÁS APORTE

Mercedes Robalino, una maestra de un plantel fiscal del suroeste de Guayaquil a quien le faltan tres años para cumplir su sueño de jubilarse, mostró sus dudas a EXTRA, en días pasados. “Tengo 65 años, iba a salir a los 68, pero con esto culminaría a los 73”, señaló.

Como ella, Silvia (protegió su apellido), quien ya está próxima a cumplir los 35 años de aporte, aunque solo tiene 57 años, también manifiesta su reclamo. “¿O sea que ahora debo aportar 6 años más para afiliarme? ¿Qué clase de plan a favor de los afiliados es ese?”.

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Ante estas dudas, De la Torre intenta calmar los ánimos de esos afiliados que ya hasta quieren apurar su jubilación por miedo al plan de reformas. “No hay aumento en el año de aportaciones. La gente puede seguir jubilándose a los 60 años, como ahora. Pero si vas a disfrutar una pensión por 25 años, lo que pedimos es que lo que aportes sea proporcional a eso (...) y mientras más tarde decides jubilarte, menos años te pedimos de aporte”.

Así, el plan camina por el andarivel de lo urgente y, al parecer, más factible, porque lo que es acabar con la corrupción, que ha sido reconocida por el mismo Gobierno, manotones de ahogado es lo único que se han dado.

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