La propuesta del Gobierno de aumentar el número de aportaciones (de 360 a 420) para la jubilación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), encendió alarmas en los afiliados.

Maritza Zúñiga, quien este año cumplió 60 años y ya cuenta las aportaciones necesarias, relata que tenía previsto ‘colgar los guantes’ dentro de un par de años, pero ahora piensa acelerar todo “antes que me ‘chanten’ más años de trabajo o el IESS se quede sin plata”.

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Para el analista económico Alberto Acosta, la situación es clara. “El IESS está desfinanciado, las opciones son aportar más o recibir menos beneficios, no hay de otra”.

Considera que aumentar el número de aportes y cambiar la fórmula de cálculo de pensiones son opciones prudentes, sin las cuales “llegará el momento en el que se agoten los ahorros y no se podrá proveer servicios, lo que no se puede permitir”.

En cambio, para Henry Llanes, vicepresidente de la Asociación de Afiliados del IESS de Pichincha, las propuestas van en contra de la ley. “Se están afectando los derechos del trabajador que deben ser progresivos, la propuesta perjudica a quienes se jubilen a futuro”.

Añadió que se pretende maquillarlo, pero el perjuicio está ahí. “Una persona que ya tiene 60 años y 30 años de aportaciones ahora deberá trabajar cinco años más, sí que hay perjuicio”, criticó.

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