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Cónclave 2025: ¿Qué pasa si la elección papal tarda más de lo previsto?
La elección papal en 2025 podría tomar más tiempo: con el humo negro, la Iglesia sigue reglas que permiten pausas durante el cónclave sin resultados.
El cónclave de 2025 comenzó con expectativas, pero hasta el momento, el humo negro que surge de la chimenea de la Capilla Sixtina ha generado incertidumbre entre los fieles, quienes aguardan ansiosos el nombramiento de un nuevo Papa. Este escenario de dudas revive temores que parecían apagados, pues en los dos cónclaves anteriores, la elección papal se resolvió con rapidez.
(Lea también: La fumata negra y su significado: ¿por qué aún no hay nuevo Papa?)
La regla de la Constitución Apostólica: el cónclave no puede durar indefinidamente

La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996, establece que el cónclave no debe alargarse indefinidamente. Si después de tres días de votaciones no se ha alcanzado una decisión, el proceso debe detenerse por un día completo. Este descanso obligatorio permite que los cardenales se reúnan en oración y diálogo, sin más votos ni humo visible. En este espacio de reflexión se busca evitar la presión y la apresurada toma de decisiones.
Hasta ahora, el cónclave de 2025 ha seguido este protocolo: los cardenales votan en la Capilla Sixtina, pero hasta el momento solo ha salido humo negro. Sin embargo, si la situación persiste, este ciclo de votaciones y pausas puede continuar, con la posibilidad de que se añadan nuevas rondas de escrutinio hasta que finalmente surja el elegido por los dos tercios de los votantes.
Un cónclave con un colegio cardenalicio diverso
La composición del Colegio Cardenalicio de 2025 refleja la diversidad global de la Iglesia. Con 133 cardenales electores de 71 países diferentes, el proceso de elección es más complejo que nunca. Además, desde 2013, el Papa Francisco eliminó la posibilidad de elegir al nuevo pontífice por mayoría simple, lo que requiere una mayoría de dos tercios para que la elección sea válida.
La historia del cónclave y sus largos procesos
El cónclave de 2025 no es el primero en atravesar períodos largos de espera. En la historia de la Iglesia, algunos cónclaves han durado meses, o incluso años. El más largo de la historia, celebrado en 1268 en Viterbo, duró dos años, nueve meses y dos días. En esa ocasión, la presión popular llevó a los ciudadanos a intervenir, encerrando a los cardenales y reduciendo su comida hasta que se eligió a Gregorio X.
¿Qué significa la demora?
La demora en la elección del nuevo Papa ha provocado especulaciones. Algunos observadores lo interpretan como una señal de que los cardenales están buscando un equilibrio dentro de una Iglesia que está más fragmentada y globalizada que nunca. Otros consideran que la falta de consenso podría reflejar fracturas internas dentro del mismo Colegio Cardenalicio.
No obstante, el humo negro no debe ser interpretado como una falta de fe, sino como un indicio de que los cardenales aún no han encontrado el líder que reúna el apoyo necesario. La Plaza de San Pedro sigue llena de fieles, esperando ansiosos el esperado "Habemus Papam", pero si el domingo el humo sigue siendo negro, el cónclave solo se tomará una nueva pausa antes de continuar con el proceso electoral.
El cónclave puede seguir sin un resultado inmediato, y aunque esto genere tensión en la plaza y en la Iglesia, la Constitución Apostólica garantiza que el proceso continuará hasta que se logre un consenso. Mientras tanto, el mundo aguarda y la Iglesia reza, esperando encontrar al sucesor de San Pedro.
Si el viernes y el sábado no se logra un resultado, el domingo —cuarta jornada del cónclave— se establecerá una pausa obligatoria. "El Espíritu Santo, dicen, también necesita silencio".
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