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¡Lo mataron mientras se lavaba los dientes!
La supuesta asesina sería su mujer. Ella fue detenida e investigada por las autoridades.

Las parientes lloraban por el momento que estaban viviendo con Albamocho.
A sus familiares, la muerte de Juan Albamocho, de 46 años, los cogió tan de sorpresa que no tenían ni siquiera una camisa con qué vestirlo para enterrarlo. Al apuro, su hermana María compró ropa para que el hombre se fuera para el otro mundo bien vestido y en un ataúd decente.
Juan se mudaba donde su familiar en el barrio San Carlos de Cayambe, norte de Quito, pero su muerte fue tan repentina que no le dio tiempo de llevar sus pertenencias al hogar de su ñaña. Ella le daría posada porque él quería “iniciar una nueva vida” en la tierra que lo vio nacer.
Estaba separado de su esposa y, el lunes pasado, empezó a trabajar en el negocio de uno de sus sobrinos haciendo entregas en su propio vehículo.
Sin embargo, la mañana del jueves no se presentó a laborar. Lo llamaron y le enviaron mensajes, pero no hubo respuesta hasta el mediodía cuando les informaron que Albamocho, padre de tres muchachos, había sido despiadadamente asesinado.
Su esposa, Gloria Ulcuango, era la principal sospechosa del hecho. La tarde de ese mismo día un juez le dio prisión preventiva por treinta días, mientras duran las indagaciones.
La familia de Juan dice que el fallecido estaba lavándose los dientes en el baño “cuando ella lo atacó con un azadón”. Lo que más lamentan es la “saña” con la que se habrían producido las heridas, pues sostiene que le dio tantos golpes que lo destrozó.
Afirman ellos que ese no fue el único incidente violento que se registró bajo ese techo, situado en una zona rural de Calderón, norte de la capital, donde ambos convivieron por años.
La hermana sostiene que su ñaño había sido atacado con un cuchillo hace cuatro o cinco meses. “Yo le decía: ‘salte de ahí, va a terminar mal’, pero él no quiso poner la denuncia porque ella era la madre de sus hijos”, dijo.
Durante las indagaciones de la Policía se supo que Juan tenía una nueva relación. Hace poco tiempo había empezado a salir con su cuñada, hermana menor de Gloria. Pero aquel sentimiento no nació recién. Se conocieron cuando eran un par de adolescentes. Ella vivía en Olmedo, un barrio aledaño a San Carlos, en Cayambe, y solían verse frecuentemente. Luego el destino los separó y cada uno formó su respectiva familia.
Sin embargo, hace poco tiempo, “se reencontraron” y decidieron darse una oportunidad. Gloria “también tenía una pareja. En redes sociales decía ahora estoy soltera y un hombre le ponía comentarios, yo le decía a mi mami: creo que el tío ya se ha separado”, destacó Estefanía Alba, sobrina de Juan.
Siempre lo vio como un segundo padre, incluso Juan estuvo muy involucrado en la crianza de la chica. Después el señor viajó a España. Allí, durante unos meses, trabajaba en la agricultura. “Ella (Gloria) lo hizo volver. Le dijo que estaba embarazada”, agregó María.
La mujer no sabía nada de los problemas de la pareja hasta hace poco. “Él trató de solucionarlos. De verdad quería estar bien por sus hijos”, comentó.
Algo que hoy le indigna es que se ha dicho que su cuñada era violentada por Juan. “Nunca le levantó la mano. Más bien ella lo quería sacar de sus casillas para luego acusarlo. Le gritaba: yo soy tu mujer, tú eres de mi propiedad”, refirió.