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¡Criminal le ‘pegó’ a tres con la misma bala!

Stalin Carrión Martínez, Guayaquil La escena del crimen parecía alterada. Supuestamente, nadie se había preocupado de salvarle la vida tras haber recibido un balazo en el cráneo. Eduardo Enrique Guerrero Micolta, de 37 años, acudió a jugar billar en un bar cercano a las calles 18 y Azuay, situadas en el sector La Chala, suroeste de Guayaquil La sala fue clausurada, a las 02:45 de ayer, por el Ministerio del Interior. Tres horas antes, el asesino de Guerrero Micolta llegó al local y se dirigió a él. Cuando la víctima se volteó, el criminal presuntamente le ‘pegó’ un tiro en la frente y escapó. Fernando Guerrero, hermano de la víctima, recordó que el proyectil que hirió en un primer momento a su pariente salió por la parte posterior de su cráneo y pasó superficialmente por el brazo de un sujeto, que estaba sentado junto a una mesa.Después, lastimó a una joven que salía del baño. Ninguno de estos sufrió mayores daños y ambos se retiraron rápidamente, al igual que los otros clientes. Pero nadie se acordó de EduardoEnrique, aseveró Fernando, quien añadió que la dueña del local y su hijo supuestamente empezaron a limpiar la escena en lugar de socorrer al afectado. Faltaban pocos minutos para las 00:00 de ayer cuando los parientes de Guerrero Micolta fueron alertados, ya que habitan a unas diez calles del lugar de los hechos. El hermano de la víctima fue el primero en entrar al establecimiento, donde halló a su familiar tendido en el piso, con la cabeza apoyada en una pared. Según el allegado, la propietaria del local le pidió que sacara lo antes posible al aún herido. A causa de la desesperación, el consanguíneo lo agarró y lo cargó hasta la calle 4 de Noviembre, donde lo embarcó en un vehículo particular, porque ni siquiera los testigos habían llamado al ECU-911 para pedir una ambulancia. Delia, otra hermana deEduardo Enrique, narró que llevaron a la víctima a una clínica cercana, pero según ella no lo quisieron ayudar. De ahí que lo trasladaran a la Alcívar. Pero para entonces, ya había fallecido. Sospechan de cónyuge La dueña del billar y su hijo fueron trasladados a la Unidad de Delitos Contra la Vida (Dinased) para que rindieran su versión de lo ocurrido. Lo mismo pasó con la cónyuge del difunto. Porque según los familiares, aún se debía esclarecer si ella conocía o no que lo iban a matar. Los allegados comentaron que, la tarde del viernes, ambos tuvieron una discusión y ella se llevó todas sus cosas de la casa, acompañada por policías. Ya por la noche, minutos antes del crimen, ella presuntamente habría llamado a EduardoEnrique para preguntarle dónde estaba. Al cierre de esta edición no había personas detenidas.
Stalin Carrión Martínez, Guayaquil
La escena del crimen parecía alterada. Supuestamente, nadie se había preocupado de salvarle la vida tras haber recibido un balazo en el cráneo.
Eduardo Enrique Guerrero Micolta, de 37 años, acudió a jugar billar en un bar cercano a las calles 18 y Azuay, situadas en el sector La Chala, suroeste de Guayaquil
La sala fue clausurada, a las 02:45 de ayer, por el Ministerio del Interior. Tres horas antes, el asesino de Guerrero Micolta llegó al local y se dirigió a él. Cuando la víctima se volteó, el criminal presuntamente le ‘pegó’ un tiro en la frente y escapó.
Fernando Guerrero, hermano de la víctima, recordó que el proyectil que hirió en un primer momento a su pariente salió por la parte posterior de su cráneo y pasó superficialmente por el brazo de un sujeto, que estaba sentado junto a una mesa.Después, lastimó a una joven que salía del baño.