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“Me apuñalaron y el IESS me dijo que espere… o que me vaya a casa”, dice afiliado
Pacientes del IESS denuncian largas esperas y falta de camas, mientras el Seguro Social ha destinado cerca de $ 8.000 millones a prestadores
“Tuve dos puñaladas y me dijeron que esperara a que el cirujano tenga tiempo… o que mejor me vaya a mi casa”. La voz de Javier Pavón, aún con la mirada endurecida por el dolor y el enojo, resume el sentir de muchos afiliados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
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Mientras esperan horas por una cama o medicamentos, ven cómo el organismo ha destinado alrededor de 8.000 millones de dólares -entre 2013 y 2025- a prestadores externos, según reveló la serie periodística Los dueños de la salud.
Pavón llegó al Hospital Universitario de Guayaquil a las 20:00 del 12 de agosto, después de un intento de robo en Pascuales que lo dejó con dos heridas de arma blanca: una en el brazo y otra en la mano. Allí apenas le cerraron las heridas y lo direccionaron al Hospital de Los Ceibos, en donde comenzó una larga espera.
“Me tomaron signos, pero después pasé cuatro horas sin una respuesta. A medianoche, recién me pusieron en lista de espera por una cama. Hoy (miércoles 13), para la una de la tarde, aún no tienen cama para la cirugía de reconstrucción de tendones. Y esos tendones son los que dan movilidad a los dedos”, explica.
Mientras aguardaba, vio escenas que lo indignaron más: mujeres embarazadas regresándose porque no había medicamentos, pacientes que decidían irse sin ser atendidos y personal que, según él, le sugirió regresar a su casa mientras aparecía un cirujano disponible.

“No deberían decirnos eso. Nosotros aportamos todos los meses y trabajamos duro para tener este derecho. No es justo que nos manden de un lado a otro, en ese transcurso uno se puede morir. Y si se me infecta la herida, ¿quién responde?”.
El malestar de Pavón se agudizó al recordar otro episodio reciente: “Hace un mes le saqué una cita a mi hija de tres años. Nos enviaron a una prestadora privada y allá nos dijeron: ‘El IESS tiene 18 meses que no nos paga y no estamos atendiendo’. Entonces, si en trece años se han pagado 8.000 millones, ¿por qué no nos atienden? Eso debió invertirse aquí mismo, en Los Ceibos o en construir más hospitales”.

Pacientes creen que se debió invertir más en hospitales del IESS y menos en prestadores
Bolívar (prefirió omitir su apellido), un afiliado de 53 años que acompañaba a un familiar en Los Ceibos, reconoce que allí ha encontrado la mayoría de insumos: “Faltan pañales para adultos y sondas, pero lo demás sí hay. Está buena la atención”, felicita.
Sin embargo, asegura que con las prestadoras privadas la experiencia ha sido otra. En 2023, se acercó a la Clínica Alcívar mientras tenía Covid-19 para atenderse mediante el Seguro Social.
“Me dijeron que no había cama y que no podían atenderme por medio del seguro. Pero si pagaba de forma privada, sí había cómo. Yo soy diabético e hipertenso, y últimamente es dificilísimo sacar citas. Me mandan a Naranjal, Daule o Balao, y son zonas conflictivas. En Guayaquil no hay”.
Para él, el fondo del problema está claro: “Todo ese dinero que el IESS ha dado a las clínicas privadas debió invertirse en hospitales propios. Aquí mismo hay infraestructura de sobra, pero faltan especialistas. Con esos 8.000 millones se podían construir más hospitales como el de Los Ceibos”.

De acuerdo con la investigación de este Diario, hay empresas privadas que dependen completamente de los desembolsos del IESS, y otras que crecieron exponencialmente durante esta bonanza. “No me parece justo que empresas privadas se beneficien de esto. Aquí los únicos beneficiados deberíamos ser los que aportamos mes a mes”, reclama Bolívar.
Desde la isla Puná, Julio Rizzo, jubilado, se traslada varias veces al año a Guayaquil para atenderse. Dice que en Los Ceibos lo han tratado bien, pero no entiende la lógica de la millonaria inversión en prestadores externos: “Si queremos que los hospitales públicos mejoren, el gobierno debe darles recursos, más allá de apoyar a clínicas privadas”.
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