Cristina León es contadora de profesión, pero en el sur de Quito, en el barrio El Pintado, es conocida como La Leona, no solo por su apellido, sino por la firmeza con la que lidera su negocio de comida. El emprendimiento familiar nació como respuesta al desempleo, y hoy es una alternativa económica que combina cocina manabita, platos típicos serranos y un método particular: pinchos cocinados sobre piedra volcánica.

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Cristina emprendió junto a su madre, Sabina Macías, y su esposo. Ella es graduada del colegio Dillon, él es ingeniero en Petróleos y su madre es psicóloga educativa. A pesar de su formación profesional, la crisis económica los llevó a iniciar este negocio en el sector sur de Quito.

“La situación del país no es fácil. En vez de quedarnos de brazos cruzados, preferimos emprender con algo que nos gusta y que también permite ayudar”, explicó Cristina a Extra.

Pinchos sobre piedra volcánica en el sur de Quito

La especialidad del local, llamado La Leona, son los pinchos asados sobre piedra volcánica. Este método permite una cocción uniforme, realza el sabor de la carne y, según Cristina, es más ecológico y fácil de mantener. Esta técnica se ha convertido en un sello distintivo del negocio.

El menú incluye también encebollados, caldos de gallina y platos tradicionales tanto de la Sierra como de la Costa. Sabina Macías, de origen manabita, aporta con su experiencia previa: fue dueña de un restaurante en el centro de Quito que cerró durante la pandemia. “Mi madre cocinó toda la vida”, comenta Cristina.

Negocio familiar con respaldo comunitario

Desde su apertura, el restaurante La Leona en El Pintado ha recibido comentarios positivos por parte de los vecinos. Los comensales valoran la sazón, la limpieza del espacio y la atención personalizada. “La gente valora lo que hacemos”, dice Cristina.

Además de la actividad diaria, el emprendimiento tiene una dimensión solidaria. En ocasiones, cuando hay excedentes, reparten comida a personas sin recursos o brindan trabajo temporal a quienes lo necesitan. “Aquí tratamos de compartir lo que tenemos. Es parte de aquello en lo que creemos como familia”, agregó.

Reinventarse con trabajo y comunidad

Cristina León lidera este negocio con el objetivo de salir adelante a través del esfuerzo y la colaboración familiar. Para ella, emprender en el sur de Quito no solo ha sido una opción económica, sino una forma de contribuir con la comunidad y sostener su hogar en tiempos difíciles.

La Leona ya es un punto de referencia en el barrio El Pintado. Con pinchos sobre piedra volcánica, platos manabitas y una historia de reinvención, se ha convertido en un ejemplo de cómo la crisis también puede generar nuevas oportunidades.

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