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¡Cruzan el viejo puente con terror!

Redacción Quito
Las tablas del puente se tambaleaban cada vez que María Espinosa pasaba con la carriola de su bebé, de 5 meses. Detrás de ella iba su hijo, de 8 años, quien llevaba un cartón con panes de chocolate.
Diariamente la mujer debe cruzar este peligroso viaducto de madera desde el punto conocido como Peluche hasta el barrio La Unión, en Amaguaña, en las afueras de la capital.
Cada tarde, ella, de 26 años, se moviliza con temor a que el viejo armatoste se caiga. “Es muy difícil cruzar porque el puente está muy dañado. Siempre vengo con mis dos hijos y no se sabe si nos iremos a caer”, detalló la mujer.
La construcción estuvo a cargo de los moradores de la zona, por donde convergen los habitantes de alrededor de siete barrios. Rafael Gualichico, presidente de la comunidad La Vaquería, detalló que este es el tercer puente que ellos hicieron en un lapso de más de 12 años.
Los rezagos de los dos anteriores estaban debajo de la madera que crujía, a causa de la humedad que la deteriora día a día. Anteriormente, los habitantes usaron su imaginación para armarlo: cortan con una motosierra los largos árboles de eucalipto y los tumban.