Tenían como destino México. Zarparon en dos semisumergibles desde las costas del Pacífico colombiano cargados de seis toneladas de cocaína de alta pureza y creían tener las aguas despejadas para su travesía.

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Sin embargo, mientras cargaban la droga y establecían sus rutas y estrategias de comunicación, agentes de la DEA e investigadores especializados del CTI de la Fiscalía General de Colombia, les seguían los pasos. 

"Las investigaciones realizadas durante la última semana (...) permitieron identificar el momento exacto en el que zarparon las embarcaciones de las costas de Nariño con destino a México. Los detalles fueron entregados a unidades de la Armada Nacional que las interceptaron en el Pacífico colombiano", explicaron fuentes de la Fiscalía de Colombia.

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Los semisumergibles tenían motores fuera de borda y combustible para garantizar 72 horas de navegación. Adicionalmente, estaban equipados con radares y equipos de comunicación satelital.

"En el primer registro, realizado en aguas de San Juan (Nariño), los uniformados encontraron 185 bultos que contenían paquetes rectangulares recubiertos de cartón y plástico negro. Los bloques arrojaron un peso exacto de 3.201 kilogramos de cocaína", añadieron.

Quienes iban en el primer sumergible, y que fueron capturados en flagrancia, fueron los ciudadanos ecuatorianos identificados como Klever Lizandro Cedeños Lucas, Darío Javier Chiquito Lucas, Juan Carlos López Pilligua y Paolo César Chonillo Zambrano.

Dos de los cuatro ecuatorianos no reportan anotaciones en bases de datos judiciales del país. No obstante, los otros dos sí han tenido asuntos a resolver con la justicia. Por lo menos así aparecerían en registros a los que accedió este Diario, que coinciden con sus nombres y apellidos y que se trataría de los mismos detenidos en Colombia.

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Chiquito Lucas Darío Javier fue demandado en la Unidad Judicial de la familia, mujer, niñez y adolescencia en 2009 por una demanda de prestación de alimentos, la cual fue archivada. Además, en 2018 presentó una acción de protección que terminó con una sentencia ratificatoria de su inocencia por una infracción de tránsito.

Por su parte, un hombre identificado como Paolo César Chonillo Zambrano en registros judiciales, en 2016, fue demandado en la Fiscalía de Violencia de Género por un delito con "calificación de flagrancia". Sin embargo, el mismo día del proceso se dispuso su inmediata libertad puesto que "la Fiscalía no formuló cargos y dio inicio a investigación previa", y luego un juez destacó que la detención fue legal por ser flagrante. Se ordenó que las evidencias sean puestas en custodia.

En 2017, en el cantón San Lorenzo (Esmeraldas), una ciudadana lo demandó por intimidación, pero el juez a cargo ordenó que no sea válida la denuncia porque "realizaron la indagación previa sin que se logre reunir los elementos suficientes que permitan realizar una imputación apegada a derecho".

De acuerdo con una indagación previa, el proceso anterior fue por un crimen que data del 2014 por el presunto delito de intimidación, entonces, en 2019, el señor Fiscal presentó su solicitud de manera fundamentada con la decisión archivar aquel expediente y señaló que “el hecho investigado no constituye delito”.

La segunda embarcación fue descubierta en inmediaciones de Tumaco. Las unidades de la Armada Nacional la ubicaron mientras avanzaba a media marcha por una falla técnica. En las verificaciones fueron hallados 3.300 kilogramos de estupefaciente y detenidos los tres tripulantes, esta vez colombianos. Se trata de Jhon Jailer Mosquera Flórez, Ciro Velásquez Salazar y Emeterio Valencia Arroyo.

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Fiscales de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico imputaron a los siete capturados el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, pero los cargos no fueron aceptados. No obstante, jueces de control de garantías de Tumaco (Nariño) impusieron medida de aseguramiento en centro carcelario a los siete detenidos.

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