Una joven pareja de enamorados se salvó de morir. Ellos hacían parte de los ocupantes del bus que se accidentó en la vía Cuenca-Molleturo el pasado viernes, que terminó en un barranco a 300 metros de la carretera y dejó un saldo de seis personas fallecidas y 14 heridas.

Los novios Karen Sacta y Matías Beltrán se encuentran hospitalizados en diferentes hospitales de Cuenca, ambos con fracturas y golpes.

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Ligia Chafle, madre de Karen, relató para EXTRA lo vivido por su hija. Según detalla, el viaje se desarrollaba con normalidad hasta que llegaron al paradero del sector Hierba Buena, ubicado a 76 kilómetros de la capital azuaya.

Quince minutos después, se habría encendido una alerta dentro de la unidad y luego los ocupantes percibieron un olor a caucho quemado. Por eso habrían consultado al ayudante del bus qué sucedía, pero él habría dicho que todo estaba bien.

Luego el carro aumentó la velocidad y el conductor no pudo frenar. En consecuencia, los jóvenes enamorados se abrazaron y se “encomendaron a Dios”.

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Karen, tras el volcamiento, terminó fuera de la unidad, entre los hierros. Tres personas le habrían ayudado a salir, pero que hubo una en especial: un hombre que pese a las dificultades no se rindió para sacarla. Ella lo considera un ángel guardián.

En tanto, el joven enamorado fue intervenido quirúrgicamente de una herida en el colon y permanece en cuidados intensivos.

La joven pareja estaba en Cuenca de visita a una tía y el día del siniestro se dirigían a Camilo Ponce Enríquez. Los dos son de Tenguel.

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