Ronald Javier Camacho Marcillo se ‘pegaba’ su cerveza cuando lo balearon. Estaba dentro de un chongo de la ciudadela Marianita, sur de Daule, Guayas.

Cinco disparos en la cabeza, tórax y abdomen terminaron con la conversación que mantenía la víctima con una mesera, la tarde del 30 de septiembre.

Los amigos de Camacho, de 30 años, rápidamente lo socorrieron y lo trasladaron en una tricimoto al hospital Vicente Pino Morán, donde confirmaron su fallecimiento. “Mis amigas y yo salimos corriendo porque pensábamos que el sicario nos iba a disparar. El fallecido era cliente eventual, ya me había pagado la quinta cerveza cuando comenzó la balacera”, relató una de las sexoservidoras.

Tras este hecho, el mayor Franklin Castro Ibarra, jefe encargado del distrito policial de Daule, ordenó redoblar los patrullajes en la zona rosa de Laurel, Magro, Limonal y la cabecera cantonal.

El sargento Rolando Ortega de Criminalística recogió cuatro casquillos percutidos 9 milímetros, confirmando así que se usó una pistola en el atentado a Camacho, a quien no se le robaron nada porque fueron directo a asesinarlo, según el reporte policial.

“No sé por qué mataron a mi amigo. Desde hace mucho tiempo laboraba como tricimotero”, comentó Wellington, ‘pana’ de la víctima. Los familiares del baleado evitaron dar declaraciones a la prensa mientras retiraban de la morgue local el cadáver de su ser querido, que residía a varias cuadras del centro de diversión de adultos.

Bombazo

A ocho horas del crimen del tricimotero, un nuevo atentado a una importadora de electrodomésticos del centro de la Capital Arrocera del Ecuador, dejó la destrucción de su puerta de ingreso.

Cuando el reloj marcaba la 00:30 de este 1 de octubre una fuerte detonación despertó a los moradores del lugar, que en pijamas salieron de sus viviendas a ver qué era lo que había pasado en la importadora.

" La gente está cerrando sus locales, porque las extorsiones siguen. Si no das plata te matan o te hacen volar el negoció con explosivos, esta es la realidad del nuevo Daule", aseveró Juila, dueña de un centro comercial.

Crimen en Pedro Carbo

Tomarse unas cervezas con sus amigos, en la madrugada de este 1 de octubre fue el encuentro con la muerte para Julio Alberto Arévalo Zambrano.

El hombre, de 45 años, estaba cerca del polideportivo del noroeste del cantón Pedro Carbo. Dos sicarios en una motocicleta los sorprendieron y le descargaron más de cuatro disparos en la cabeza y tórax a Julio, dejándolo bocabajo sin vida entre la calle polvorienta.

Tras el hecho los asesinos fugaron con dirección al centro del cantón, hasta el cierre de esta edición los agentes de (Dinased) de Salitre ejecutaban varios allanamientos.

Los amigos de Arévalo narraron a los uniformado, que aparentemente los desconocidos desde la noche del 30 de septiembre le seguían los pasos y que desconocían las causas de su muerte.

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