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“Dejé todo botado y fui a ver a mi hija”

Manuel Toro, Esmeraldas
“Yo estaba en la casa, acababa de sacar un pollo del congelador para hacer el almuerzo, cuando mi hija me llamó al celular para que la vaya a ver a la escuela”, dijo María.
Un nuevo sismo sentido a las 09:28 de ayer alarmó a los esmeraldeños, quienes corrieron a buscar a sus hijos a los planteles educativos.
“Una angustia me recorrió por el cuerpo, dejé todo botado y salí apresurada a ver a mi hija al plantel”, dijo la progenitora de la niña de la escuela fiscomisional Don Bosco.
Hubo llantos, empujones, gritos y una especie de histeria colectiva, entre los padres de familia de los estudiantes de varias escuelas de Esmeraldas, especialmente en los exteriores del instituto Don Bosco, donde decenas de padres de familia, la mayoría mujeres, llegaron apresuradas para retirar a sus hijos del plantel luego de sentirse un movimiento sísmico.
Aunque en la página web del Instituto Geofísico se reportó que el epicentro fue en Puerto López, Manabí, en las escuelas y colegios los estudiantes lo sintieron fuerte, especialmente los que estaban en aulas ubicadas en el segundo y tercer piso, lo que obligó a las autoridades de los planteles a aplicar el plan de contingencia.
“A mí me llamaron de la escuela Luz y Libertad para que retire a mi hijo, porque los alumnos estaban muy nerviosos, mi hijo me dijo que lo sintió fuerte”, dijo Mery, madre de un estudiante de ese plantel.