Agentes del FBI hallaron escenas espantosas dentro de un centro de donación de cadáveres en el estado de Arizona, Estados Unidos.

Según el portal web de la cadena Telemundo, los investigadores encontraron que empleados de Biological Resource Center en Phoenix desmembraban los cuerpos, cuyas partes luego eran reconectadas a otros cadáveres, muy al estilo del monstruoso Frankenstein. Por ejemplo, entre las atrocidades encontradas estaba la cabeza de una mujer cosida en el torso de un hombre.

Según familiares de los fallecidos, dicha entidad los engañó sobre los fines que darían a los cuerpos de sus familiares que habían sido donados. Ellos pensaron que se utilizarían en pro de la ciencia, pero al desvelarse lo que consiguió el FBI en su redada reclamaron que los cadáveres no fueron tratados ni con dignidad ni con respeto.

El principal fin de las donaciones, era que las víctimas sean utilizadas para estudios científicos, mas no para objetivos perversos.

Los agentes también descubrieron que la Biological Resource Center vendía órganos y extremidades, algo que violaba el acuerdo firmado con familiares de los difuntos.

Aunque el macabro hallazgo ocurrió hace 5 años, los detalles se dieron recién a conocer ya que actualmente hay más de 30 familias que han demandado a dicho centro, uno de ellos es Troy Harp, quien calificó el hallazgo como una “historia de terror” y algo “increíble”.

Según la cadena Fox News, en 2012 y 2013, Harp donó a esa compañía los cuerpos de su madre y su abuela con la idea de se utilizaran con fines científicos.

Escenas perturbadoras

Según información de la agencia Reuters, en las declaraciones del ex agente especial del FBI, Mark Cwynar, contenidas en la demanda, él declaró que durante las diligencias observó cubos con cabezas, brazos y piernas dentro de la instalación, así como un refrigerador en el que había genitales masculinos, partes del cuerpo apiladas unas sobre otras sin una identificación. Habló también de un torso masculino “sin su cabeza y reemplazada con la de una mujer cosida como si fuera Frankenstein”.

Lo que vio en el centro, aseguró, fueron “escenas perturbadoras”.

Desde 2004, cuando un panel federal de salud pidió sin éxito al gobierno de Estados Unidos que se regulara este negocio, Reuters asegura que identificó más de 2,357 partes obtenidas por corredores, que pertenecían al menos a 1,638 personas y habían sido mal utilizadas, abusadas o profanadas. Y en 2014, los agentes en su redada hallaron 10 toneladas de restos congelados que incluían 281 cabezas, 241 hombros, 337 piernas y 97 columnas vertebrales, dice la agencia.