Profundos episodios de tristeza y una agresión sexual habrían sido las causas que llevaron a la nieta de Robert Kennedy a suicidarse con una sobredosis.

Aunque la familia de Saoirse Kennedy Hill, de 22 años, no ha emitido comentarios acerca del hecho ocurrido el jueves pasado en la vivienda de la familia en Hyannis Port, Massachusetts, la jovencita dejó un texto en el cual explicaba que su depresión se arraigó al comienzo de sus años de secundaria, y “estará conmigo el resto de mi vida”. Además, narraba cómo había tenido que lidiar con “profundos episodios de tristeza” que sintió como “una roca pesada” en su pecho y de la agresión sexual que sufrió.

“El mundo es un poco menos hermoso hoy”, dijo en un comunicado Ethel Kennedy, de 91 años, abuela de la joven y viuda del candidato presidencial de Estados Unidos, Robert Kennedy.

Saoirse era alumna del Boston College, donde se especializó en comunicación. El cargo de vicepresidenta que desempeñó en el College Democrats, la herramienta de divulgación juvenil del Comité Nacional Demócrata, demostraba su interés por la política.

Según publica The New York Times, Kennedy Hill escribió en 2016 cómo era su lucha contra la depresión y las enfermedades mentales para el periódico estudiantil en Deerfield Academy, una escuela privada de Massachusetts.

Larga lista

Su muerte se suma a un largo listado de desgracias que han azotado a la familia Kennedy, llegando incluso a hablarse de una “maldición”. El presidente John F. Kennedy y el senador Robert F. Kennedy fueron asesinados. Su hermano Joseph P. Kennedy Jr. murió en la Segunda Guerra Mundial y su hermana Kathleen Cavendish, en un accidente aéreo en 1948. El hijo del presidente, John F. Kennedy Jr., falleció en 1999 cuando el avión en el que volaba se estrelló, dejando sin vida también a su esposa y a su cuñada. El hijo de Robert F. y Ethel Kennedy, David Anthony, murió a causa de una sobredosis a los 28 años y su otro hijo, Michael Kennedy, murió a los 39 en un accidente de esquí en 1997.

La familia Kennedy es una de las principales dinastías políticas que ha tenido Estados Unidos y que vuelven a lamentar una tragedia familiar.