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Diario Extra Ecuador

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Depresión lo condujo al suicidio

Albino Rosado Avilés sufría por no generar los ingresos económicos de antes, tras sufrir un accidente, y por no poder cubrir la enfermedad de su esposa.

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Como Albino Andrés Rosado Avilés, de 67 años, fue identificado el hombre que la mañana del jueves apareció ahogado en el estero Salado, cerca de las calles 46 y El Oro, en el suroeste de Guayaquil.

El adulto mayor, nacido en el cantón Jipijapa, provincia de Manabí, pero radicado en el Puerto Principal, desde hace más de 40 años laboraba como taxista. Sus familiares lo vieron con vida por última vez la tarde del domingo.

Su nuera Katty Almache dijo que su suegro salió de su hogar, localizado en las calles 27 y la I, aproximadamente a las 18:00 del domingo. Desde ese momento desconocían de su paradero.

El hijo del occiso, Marcelo Rosado, mencionó que su padre salió con rumbo incierto, “no nos dijo a dónde iba ni qué iba a hacer. Lo buscamos en hospitales, en casa de familiares y amigos”, expresó aún consternado.

Motivo de su depresión

En abril pasado, Albino sufrió un accidente, mientras compraba un repuesto para su vehículo en la calle Ayacucho.

“Mi padre estaba en un escalón esperando el repuesto y perdió el equilibrio, se resbaló y cayó, se rompió el fémur y tuvo que ser hospitalizado”, relató Rosado.

Explicó que su papá salió bien de la operación, sin embargo, al no poder desempeñar sus actividades laborales como lo hacía antes, “entró en depresión, porque no supo asimilar y sobrellevar la situación”, explicó.

Pero lo que más atormentaba a Albino, según su hijo, eran los problemas de salud de su esposa Gladys Sellán. “Mi mamá padece diabetes, perdió la visión, tiene hipertensión y sufre de los riñones, por lo que se somete a diálisis”, mencionó con tristeza Marcelo.

Rosado comentó que su padre siempre se cuestionaba a sí mismo el hecho de ya no poder generar los ingresos económicos como antes de enfermar.

“Pero mi papá no se dio cuenta que los años pasan y llegamos a una edad en la que debemos descansar y aceptar que ya las fuerzas no son las mismas. Él se minimizó y no pudo más”, refirió el familiar.

Los restos del infortunado hombre son velados en la sala de su vivienda en el suroeste de Guayaquil.

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