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Hace tres meses y medio desapareció el cadáver del periodista radial Olmedo Méndez Tacuri
Trabajó en varias emisoras de Guayaquil. Padecía de una úlcera hemorrágica, enfermedad que se le complicó durante la emergencia sanitaria.
Como un tesoro, Ana Mercedes Tola Freire conserva la filmadora y la grabadora que usaba su esposo, el periodista Olmedo Nicanor Méndez Tacuri. Hace 105 días (casi tres meses y medio) él falleció y hasta ahora ella sigue ‘penando’ para que le entreguen el cuerpo.
El comunicador social, de 59 años, era oriundo de San Bartolomé de Déleg, cantón de la provincia de Cañar, pero desde hace 45 años vivía en Guayaquil.
En esta ciudad, hace más de dos décadas conoció a Ana y juntos formaron un hogar. No tuvieron hijos en común, pero Olmedo crio a sus tres hijastros como propios.
En septiembre pasado comenzaron las primeras dolencias del periodista radial. Los médicos le diagnosticaron una úlcera hemorrágica, por lo que estuvo en tratamiento y seguía una dieta estricta. Sin embargo, él no dejó de trabajar, lo hizo hasta el lunes 16 de marzo, poco antes de que se declarara la emergencia sanitaria por COVID-19, contó su esposa.
“Era locutor y reportero en radio Morena, también trabajó en otras estaciones radiales. El periodismo era su vocación y lo ejerció hasta días antes de morir”, recordó la viuda.
Ana rememoró que para finales de marzo los hospitales estaban colapsados y que Olmedito, como lo llamaban de cariño, temía que al ir a un chequeo pudiera contraer el virus.
“Mi esposo prefirió tratarse en casa. Yo lo atendía, pero su salud empeoraba. Los últimos días se puso mal y todos nos dieron la espalda, incluso sus familiares, quienes pensaron que tenía coronavirus y que los iba a contagiar. Ellos se marcharon y me dejaron con mi esposo agonizando”, relató entre lágrimas la dolida mujer.
Abandonados y apedreados
Olmedo no pudo ganarle la guerra a la muerte y finalmente el 25 de marzo pasado falleció en su domicilio, ubicado en las calles 32 y Augusto González, suroeste porteño. Pero el deceso de su esposo le ha causado un dolor más profundo a Ana, pues la ‘ola’ de muertos que se registró por esos días provocó que el cuerpo de su amado no sea retirado enseguida del domicilio, a pesar de que ella llamó en repetidas ocasiones a la central de emergencia ECU-911, aseguró.
“A los dos días, el 27 de marzo, llegó el carro de Medicina Legal y retiró el cadáver de mi esposo. Con el menor de mis hijos lo habíamos envuelto en sábanas y lo colocamos junto a la cama. Los vecinos, al enterarse de su fallecimiento, comenzaron a tirarnos piedras, tierra y cal en la casa. Nos gritaban que nos fuéramos porque íbamos a contagiar al barrio”, rememoró llorando la señora.
Apareció Abraham Muñoz, amigo de Daniel Salcedo
Dijo que los restos del comunicador fueron llevados al Laboratorio de Criminalística, según le informaron los policías cuando se llevaron el cadáver.
“Con mi hijo hemos ido varias veces para que nos entreguen el cuerpo. Nos enseñaron una foto para que lo identificáramos. Mi hijo lo reconoció por un lunar que tenía en el pómulo izquierdo, pero a pesar de esto aún no nos entregan el cadáver. No sabemos si todavía sigue ahí o qué mismo pasó con él. Solo queremos darle cristiana sepultura y tener una tumba donde llorarlo”, mencionó la mujer.
Para aliviar la tristeza que le provoca la partida de su amor, prefiere recordarlo como el hombre soñador, el buen esposo, el ser humano responsable que se levantaba a las 06:00 y que media hora después tomaba su bolso negro, donde guardaba sus inseparables herramientas de trabajo (la grabadora y la cámara), y salía a ganarse la vida ejerciendo la profesión que tanto amó.
Dejó su hogar
Tras la muerte de Olmedo, Ana abandonó la casa donde vivieron por más de 20 años. Ahora reside con sus familiares, en el cantón Durán.
Periodista
En su labor como comunicador social Olmedo entrevistó a varios deportistas y políticos, como el expresidente Rafael Correa. De aquel encuentro su esposa aún conserva la foto.