Carlos Andrade fue acusado de ser un microtraficante de marihuana y, según su relato, lo trataron como un criminal peligroso. Lo pasearon en una patrulla por más de tres horas, lo llevaron a la Unidad de Flagrancia, fue fotografiado como el sospechoso de un delito y su nombre consta en los expedientes de la Función Judicial.

Sin embargo, luego de pasar más de 10 horas en un cuarto frío, sin comida y sin ver la luz del día, junto a otras personas aprehendidas por otros delitos, la Fiscalía no formuló cargos en su contra, el juez ordenó su inmediata libertad y el caso fue archivado.

Así fue la captura

La tarde del 23 de julio, Carlos y decenas de activistas cannábicos se reunieron en las inmediaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), en el norte de Quito, para presentar un documento en el que reunieron firmas para un proyecto de ley sobre la regulación del cannabis.

La entrega se hizo junto a un plantón pacífico afuera del edificio de la entidad gubernamental en donde también se realizaron actos artísticos y simbólicos para acompañar la jornada. En el sitio también se desplegó un gran contingente policial del Distrito Eugenio Espejo para evitar que ocurra algún tipo de incidente.

Carlos recuerda que su misión en el plantón era colaborar con los artistas por si necesitaban algún alimento o atención. Él llevó una caja con tabacos llenos de CBD, uno de los compuestos de la planta de la marihuana, el cual no es psicoactivo y está regularizado en el país para su consumo y producción. “Les entregué a algunas personas y nadie prendió porque sabemos que la policía se puede ‘marear’ al creer que estamos fumando algo ilegal”.

Por un momento se despegó del grupo para comprar agua y dársela a los asistentes. En el trayecto a la tienda fue aprehendido por los agentes. Según el parte policial al que EXTRA tuvo acceso, le incautaron “cinco envolturas cilíndricas de papel que contienen en su interior una sustancia vegetal verdosa presuntamente marihuana”.

Él y otros activistas explicaron a los uniformados que lo que le encontraron no posee el componente THC, el cual, en ciertas cantidades, está penalizado. Uno de los presentes hizo una transmisión en vivo en sus redes sociales, donde registró todo el procedimiento para tener constancia, según Carlos, de la ilegalidad que se estaría cometiendo en su contra.

Al final, como consta en el expediente, los policías lo detuvieron por el delito de tráfico de sustancias estupefacientes a mediana escala, infracción que según el Código Penal se castiga con cinco a siete años de prisión.

El caso fue archivado

La fiscal que conoció el caso revisó las pruebas y detalló que en el parte policial no se especifica que el ciudadano estaba comercializando la sustancia. “De las evidencias recabadas no existe los elementos suficientes para procesarle, esta sustancia era para su consumo”. El caso fue archivado.

Sin embargo, para Carlos, más allá de llevarse un susto y de que sus nombres consten en el sistema de la Función Judicial como un antecedente penal, está indignado porque considera que los policías estarían criminalizando al consumidor de cannabis y no estarían atacando a las estructuras delictivas que mueven grandes cantidades de drogas y que su entorno son la violencia y criminalidad.

Un policía analiza el caso

EXTRA dialogó con un agente del Distrito Eugenio Espejo, quien señaló que en casos flagrantes como estos, ellos no tienen equipos especializados para determinar si el contenido de uno de estos ‘tabacos armados manualmente’ contienen o no una sustancia psicoactiva o ilegal.

“Nosotros vemos la actitud del ciudadano y valoramos su comportamiento para actuar”. En este caso, el policía afirma que el hecho de haber visto un cruce de manos de una sustancia a la que no se puede determinar, habría sido un factor para que los uniformados que lo detuvieron haya actuado de esa manera. 

Daniela Onofre, vocera de la iniciativa popular normativa para la ley orgánica para la regulación del uso responsable de cannabis, explicó que ella trabajó en el Ministerio de Agricultura en el proceso de la despenalización del CBD y recordó que como entidad gubernamental se advirtió a la Policía Nacional que habrá personas a quienes las encontraran con cigarrillos de CBD u otros productos con esta sustancia y que no sabrán como diferenciarlos.

Añadió que se les pidió que adquirieran equipos especializados para detectar estos componentes e identificar la sustancia con la intención de no criminalizar a las personas a quienes les encuentren con esto. También indicó que existe una regulación del componente psicoactivo THC para fines medicinales, pero que en este caso, el Ministerio de Salud no ha emitido un reglamento para su uso.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!