El Día Internacional de la Madre Tierra desde el 2009, se conmemora con el propósito de sensibilizar a la población sobre la importancia de preservar y cuidar el medio ambiente. Temas como la contaminación, la ecología, la superpoblación y la actividad industrial son algunos de los aspectos abordados durante esta jornada.

(Lea también: Clima Quito hoy: pronóstico del lunes 22 de abril)

Además, se promueve la protección de la biodiversidad como medida preventiva ante el cambio climático y sus consecuencias devastadoras. Es crucial instar a las personas a evitar arrojar desechos en las calles, ríos y mares, ya que esto puede ocasionar daños irreparables a la vida marina.

La historia de este día se origina en 1968, cuando el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos, en colaboración con el ambientalista Morton Hilbert, promovió actividades centradas en la conservación del planeta. Así nació el Simposio de Ecología Humana, una conferencia ambiental diseñada para despertar el interés de los estudiantes en este tema crucial.

En el año 1970, el 22 de abril marcó un hito con manifestaciones estudiantiles y movilizaciones masivas en defensa de la naturaleza. Centenares de universidades y escuelas se unieron, junto con miles de estudiantes y ciudadanos preocupados por la biodiversidad. El liderazgo del senador y activista Gayrold Nelson fue fundamental; él también abogó por la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

Finalmente, en 2009 la  ONU Mujeres oficializaron esta fecha la cual tiene como objetivo generar conciencia sobre la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. Se hace un llamado a la acción de gobiernos, empresas y ciudadanos para implementar soluciones y formas de desarrollo que protejan a nuestra Madre Tierra.

La necesidad apremiante de enfrentar esta triple crisis ambiental se fundamenta en el desequilibrio del funcionamiento natural y la degradación de los ecosistemas. La erosión de la capa de ozono ha provocado consecuencias devastadoras, como el derretimiento de los icebergs en los polos norte y sur, afectando gravemente a los ecosistemas locales y obligando a los osos polares a emigrar en busca de nuevos hábitats.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete a EXTRA!