El icónico barco rompehielos y de investigación científica Artic Sunrise, de la oenegé ambientalista internacional Greenpeace, será huésped ilustre de las islas Galápagos durante mes y medio, tiempo en el que realizará tareas que conllevan estudios de la reserva marina, del ecosistema marino y hasta de la ruta de los tiburones.

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De acuerdo con la información remitida por el Parque Nacional Galápagos (PNG), esta histórica expedición, usará estaciones remotas de video y vehículos operados a distancia para estudiar los montes submarinos localizados dentro y fuera de la Reserva Marina de Galápagos (RMG).

La expedición, que es una iniciativa coordinada con científicos y guardaparques del PNG, también realizará un muestreo de ADN ambiental, para la obtención de información y censo de poblaciones en el ecosistema marino, lo que proporcionará datos de referencia sobre la distribución de especies en la zona. Además, se documentará las rutas migratorias de los tiburones desde la RMG hacia altamar.

Llama la atención la que será la imponente presencia en las islas del barco Artic Sunrise,  construido en 1975 y cuyo nombre original fue Polarbjørn (Oso Polar). Lo curioso de este que antes de ser parte de la organización ambientalista funcionaba como pesquero de focas.

Incluso Greenpeace  realizó en su momento una acción de protesta contra este barco en la Antártida, porque entregaba al gobierno francés equipamiento para construir una pista de aterrizaje a través de una zona poblada por pingüinos. 

En su historial, el Artic Sunrise puede presumir de haber sido el primer barco del mundo en circunnavegar la isla de James Ross en la Antártida, pudiendo demostrar con ese hecho que el calentamiento global y el deshielo del continente antártico es una realidad, señala Greenpeace.

Esta motonave mide 49,62 metros de largo (eslora) estaba construido en su totalidad en acero, pero se le hicieron algunas reformas. Su velocidad máxima es de 13 nudos y pesa 949 toneladas. El buque tiene capacidad para albergar hasta a 30 tripulantes, repartidos en seis camarotes individuales y 12 camarotes dobles.

Sobre la importancia de esta visita científica a Ecuador, Ruth Ramos, representante de Greenpece en Ecuador, resaltó que “la Reserva Marina de Galápagos es uno de los mejores ejemplos de protección de los océanos en acción, pero sigue siendo una excepción en un mundo donde actualmente sólo el 3% del océano está total o altamente protegido”.

Y es que este trabajo científico colaborativo, que mostrará al mundo la increíble vida silvestre de las islas y el poder de la colaboración para la protección marina, apoyará a la ratificación del Tratado Global de los Océanos, que busca proteger la alta mar, es decir todas las zonas del mar no incluidas en la zona económica exclusiva ni aguas interiores o archipelágicas de un Estado.

De allí que Arturo Izurieta, director del Parque Nacional Galápagos, destacó que “es altamente gratificante que la protección de las islas Galápagos sea un referente para impulsar iniciativas globales que nos lleven a alcanzar el objetivo 30x30, es decir, proteger al menos el 30% de los océanos para 2030”.

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