Alrededor de las 02:40 del 15 de diciembre, Franklin Sánchez Mendoza escuchó disparos de arma de fuego mientras descansaba en su casa. Pero no fue sino hasta en horas de la mañana de ese día que notó la huella de las balas en los cristales de sus ventanas. 

El hombre, que habita en la ciudadela Lucha Obrera, del cantón Babahoyo, relató que apenas escuchó las detonaciones no prestó atención debido a que es común escuchar disparos en la zona. Sin embargo, con la claridad del día se llevó tremenda sorpresa al descubrir que su casa y el carro de una vecina habían sido baleados por desconocidos, quienes aparentemente se movilizaban en una motocicleta.

Sánchez está preocupado y sorprendido, pues dice no tener problemas con nadie y tampoco ha recibido mensajes o llamadas extorsivas, como las que últimamente han recibido los propietarios de otras casas baleadas en la ciudad. “Mi esposa se queda en la sala hasta tarde preparando sus clases. Imagínese lo preocupados que estamos”, recalcó.

Este obrero del camal municipal de Babahoyo, recalcó que la ciudadela donde vive "es sin ley" y los disparos son cosa de todos los días.

El afectado dio aviso a la Policía, pero los uniformados no lograron levantar los indicios balísticos encontrados debido a que fueron manipulados por los ocupantes del inmueble. La recomendación de los agentes fue que colocaran la denuncia en la Fiscalía para las investigaciones pertinentes.

Lo mismo, pero en otro barrio

Además de la vivienda de Sánchez también fue baleado casi simultáneamente un inmueble en las calles Martín Icaza entre Juan X. Marcos y García Moreno. Sus ocupantes prefirieron no dar declaraciones hasta que el hecho se investigue. Se limitaron a advertir que tampoco han recibido ningún tipo de amenazas y desconocen el motivo del atendido.

Hasta ahora no existe pronunciamiento de la Policía respecto a los hechos suscitados.