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¡Hacheros viven en ‘zombilandia’!
El consumo de sustancias ‘juega al pepo’ en el norte, en los alrededores de una recicladora ubicada entre la ciudadela de la Asociación de Empleados de la Aviación Civil y Voluntad de Dios.

El consumo de sustancias ‘juega al pepo’ en el norte, en los alrededores de una recicladora ubicada entre la ciudadela de la Asociación de Empleados de la Aviación Civil y Voluntad de Dios.
Viernes al mediodía: tres jóvenes parecen estar de ‘fiesta’ en medio de la calle Guillermo Cubillos, en el sector conocido como Carlos Magno, entre la ciudadela de la Asociación de Empleados de la Aviación Civil (Adesdac) y la cooperativa Voluntad de Dios, en el norte porteño.
Los jóvenes, flacos y vestidos con ropa sucia, sonríen y hacen algunos ademanes que atemorizan a los moradores. Se percatan del paso de un vehículo que ha repetido su visita en dicha zona. El grupo se dispersa y los vecinos respiran aliviados.
La escena se repite a diario, cuenta una mujer que habita en el sector hace 11 años. No quiere identificarse por el mismo temor que siente cada vez que va a dejar a sus hijos a la escuela: que estos sujetos, que suelen rondar las esquinas del sector, “me hagan algo”.
“Esta zona se ha llenado de consumidores. En todo el tiempo que vivo aquí esto no ha sido como está ahora. Y aunque la Policía pasa en varias ocasiones, el problema se mantiene: los ‘hacheros’ permanecen en los alrededores de la recicladora y ahí consumen, se pasan paquetitos y duermen en las veredas”, menciona la vecina.
Carlos T., otro morador, advierte que el problema del consumo de drogas se ha intensificado una vez que el negocio del reciclaje se instaló en la esquina.
“Desde entonces hay más basura regada y desorden; llegan más chamberos, que son los mismos que consumen y andan como ‘zombies’ en los alrededores”, señala.
Arranchadores
Para Sonia (nombre protegido), quien habita en el lugar hace 30 años, esta situación no ha cambiado. El consumo de drogas se ha mantenido y, según ella, no tendría nada que ver con el local de reciclaje.
“La recicladora cierra los domingos, y aun ese día los ‘hacheritos’ deambulan por aquí. Así que no tendría nada que ver con la recicladora. La zona siempre ha sido así y, al menos en mi caso, no ha habido algún tipo de susto por robos o algo parecido por parte de los muchachos”, aseguró.
Otro vecino, un adulto mayor y militar retirado, corroboró la versión de Sonia. “La situación ha sido igual. Los consumidores pasan todo el tiempo y puede ser un pretexto, nomás, que esté la recicladora”.
Para el hombre, quien asegura que la Policía patrulla el sector, el problema está en que la tabla de consumo de drogas está vigente. “Los policías llegan y los revisan, pero me imagino que no los detienen ni nada porque han de tener una dosis; porque no encuentran al expendedor sino a los consumidores”.
La zona, aseguran otros vecinos, también está plagada de arranchadores, que a bordo de motocicletas o vehículos sin placa, asaltan a quienes se encuentren en las calles, sean o no moradores de la Adesdac y Voluntad de Dios.
En lo que todos coinciden es que este sector es peligroso y la presencia de los ‘hacheros’ aumenta vertiginosamente.