El drama de los cuatro hermanos envenenados por un supuesto error de su madre, y que acabó con la vida de uno de ellos, no ha terminado, porque los tres sobrevivientes siguen hospitalizados y sus familiares aún no saben qué harán con ellos cuando reciban el alta médica.

La mamá, quien tiene 31 años, fue procesada para investigaciones y recibió orden de prisión preventiva, por el delito de homicidio culposo, sancionado con privación de libertad de tres a cinco años, en el artículo 145 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

La desgracia ocurrió la mañana del pasado viernes 9 de marzo de 2018, en la cooperativa Trinidad de Dios, cerca de Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil. Una tía de las víctimas contó que el día del suceso ella fue alertada por Taira, de 7 años.

“La niña fue un ángel. Ella fue a vernos a la casa. Corrió ocho cuadras, sino lo que le estuviera contando sería la muerte de mis cuatro sobrinos”, señaló.

La pariente detalló que al llegar a la casa de los afectados, encontró a Emily, de 12 años, y a Jordan, de 6, “revolcándose en el piso. El más pequeño se ponía duro, con los labios morados. Llegaron convulsionando al (hospital) Universitario”.

En cambio, Gary ya había sido trasladado a esa casa de salud por su madre, en una moto, pero llegó sin vida.

“Es que él fue el que más tomó. Era un bebé inocente. Ese día levantó a la mamá para pedirle que le diera la vitamina, porque sabía que tenía que darle después del desayuno. Y después de eso, le ha dicho: ‘Mami, como soy el más fuerte, dame a mí primero’. Y se mandó un solo pepo, porque le habían servido en una copita”, relató la allegada.

Tras consumir el producto, los hermanos de Gary pusieron resistencia e incluso Taira logró escupirlo cuando su madre volteó. “Solo el que falleció no logró vomitar. Eso ayudó a los otros a mejorarse y por eso a las 03:00 ya los pasaron a sala. Salieron de Cuidados Intensivos”, comentó la tía. Ahora, esperan que las autoridades confirmen con quiénes se quedarán los niños luego de salir del hospital.

El dueño del frasco quedó libre de cargos

Al dueño del producto no le formularon cargos por el hecho, pues él detalló a las autoridades que ese frasco era un ungüento que preparó para uso personal y que nunca se lo dio a la mamá de los niños, sino que ella lo habría tomado sin autorización. Eso lo confirmó una allegada la mañana del domingo 11 de marzo, durante el velatorio, realizado en la casa de unos parientes, en el suroeste porteño.