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¡Ahogado, quemado y descuartizado!
La madre y el padrastro del niño tienen orden de prisión. La Policía busca sus restos, que habrían sido abandonados en diferentes lugares de Milagro.
En esta maleta, las autoridades hallaron pequeños restos de lo que sería el cráneo de un niño de 6 años, luego de que fue descuartizado y cocinado en una olla.
La historia parece sacada de una película de terror. Un niño de apenas 6 años presuntamente fue sumergido y ahogado en un balde con agua, luego cocinado en una olla, después descuartizado y finalmente sus restos arrojados en diferentes partes.
Según la Fiscalía, el macabro crimen se registró en el cantón Milagro, provincia del Guayas, en septiembre de 2016. Por este presunto hecho de sangre están detenidos la madre del infante y el padrastro.
Hasta el cierre de esta edición, el fiscal Modesto Freire, en compañía de elementos de la Dinased y Criminalística, realizaba la búsqueda de los restos del pequeño.
El crimen se habría suscitado en el tercer piso de una vivienda, en el sur del cantón, donde la pareja de esposos arrendaba un departamento.
Según las investigaciones recabadas hasta el momento por la Fiscalía, el niño fue asesinado por su padrastro, en complicidad de la madre. La víctima habría sido sumergida en un balde con agua, produciendo la asfixia y muerte del menor de edad. Freire agregó que, posterior a este hecho, los sospechosos ubicaron el cuerpo de la criatura en una olla y lo cocinaron con gasolina, con la aparente intención de incinerarlo y desaparecer los restos.
Finalmente, con un cuchillo, el niño habría sido descuartizado, distribuido en diferentes fundas de basura y sus restos abandonados en solares vacíos ubicados en distintos puntos del cantón.
Toda la información, según Freire, fue proporcionada por los mismos sospechosos, quienes confesaron los detalles del aterrador crimen.
La tarde de este jueves 30 de marzo, elementos de Criminalística hallaron la mochila negra que contendría los restos de la cabeza del pequeño, la cual estaba abandonada en un solar vacío, localizado a pocas cuadras de la vivienda.
Los sospechosos fueron llevados hasta este lugar y reconocieron la mochila donde habría sido puesto el cráneo del niño, el cual no se divisaba en su interior y solo había “restos diminutos”, según el fiscal.
El representante del Ministerio Público dispondrá en las próximas horas la realización de los exámenes de ADN a estos primeros restos para tratar de confirmar la identidad del infante.
Julio Enríquez, vecino del edificio donde habría ocurrido el crimen, habría sido la persona que les facilitó la olla donde supuestamente cocinaron el cuerpo del niño.
El vecino recuerda que, en ese entonces, la pareja acudió a pedirle la olla, indicándole que era para “cocinar unos cangrejos”. La olla le fue devuelta a Enríquez al día siguiente. El hombre nunca sospechó nada, sino hasta ayer, cuando se enteró del macabro hecho.
El fiscal Freire reveló que la Policía conoció este crimen después de que la pareja de sospechosos acudiera hasta un hospital de la localidad, donde mantuvo una discusión sobre el tema. El altercado fue escuchado por los guardias de seguridad de la casa de salud, quienes alertaron de inmediato a la Policía.
Hasta el cierre de esta edición, los agentes continuaban buscando los demás restos del pequeño.