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El papá del niño violado reveló a EXTRA cómo fueron sus cuatro años de pesadilla. La entrevista se dio en un parque de Guayaquil.Fotos: Gerardo Menoscal y Valentina Encalada / EXTRA

Niño violado e infectado con VIH ha vivido una pesadilla

El padre del adolescente confesó a EXTRA que en la escuela donde estudió, los padres de sus compañeros evitaban que sus hijos tuvieran contacto con él.

Tiene 13 años, pero parece de más. Ya tiene vello púbico y su voz gruesa se asemeja a la de un joven de 16. Es delgado y de aproximadamente 1 metro y 60 centímetros de estatura. Así lo describe su padre.

Él es Luis (nombre protegido), el adolescente que fue violado y contagiado del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) cuando solo tenía 8 años. La desgracia ocurrió dentro de un plantel, en el norte de Guayaquil.

El responsable de la agresión sexual trabajaba como chofer de un expreso escolar y el padre del menor como guardia de la escuela.

A sus 13 años, Luis enfrenta la más terrible de las pesadillas por padecer esta enfermedad catastrófica, “pero aún así nada le arrebata sus ganas de vivir, aunque a veces cae en depresión y se refugia en su habitación”, confiesa su padre.

El chico ha sido víctima de discriminación, por eso sus familiares evitan que salga de su hogar, a menos que no sea al médico o al plantel donde cursa el séptimo año de educación básica.

Un hecho que entristeció aún más a los progenitores es que los padres de los compañeros del salón de clases donde estudiaba Luis prohibieron a sus hijos que tengan amistad con él.

“Se enteraron que se trataba de mi pequeño porque se filtró la información de que el niño violado e infectado era el hijo del guardia. Tuve que retirar a mi hijo y perdió el año escolar”.

En la escuela donde estudia actualmente desconocen que el niño que fue ultrajado y contagiado es Luis. “Ni en el barrio donde vivimos saben que se trata de mi hijo. No queremos que nada lo afecte aún más”, enfatizó el padre.

El progenitor cuenta que su pequeño pasa la mayor parte del tiempo dentro de su recámara. “Es protector, siempre está pendiente de su mamá y de su hermana, ella tiene 4 años. Cuando no estoy en mi domicilio, él es el hombre de la casa”, menciona con orgullo su padre.

Para el progenitor, el dictamen de los jueces representa solo una batalla ganada. “La guerra aún la peleamos, la enfermedad de mi hijo no tiene cura y ninguna sentencia le devolverá la salud”, expresa.

Ángel Chávez Naranjo, de 63 años, fue sentenciado la mañana del miércoles 5 de diciembre a 29 años y cuatro meses de reclusión por el delito de violación. “El agravante que la Fiscalía encontró para incrementar su condena fue que tenía pleno conocimiento de su enfermedad cuando perpetró el hecho”, explica la fiscal Margarita Neira, de la Unidad de Violencia de Género.

El papá comenta que Luis siempre ha estado muy pendiente de su caso y el día miércoles no fue la excepción. “Él estuvo atento a las noticias, cuando terminó la audiencia salí corriendo a casa, quería verlos, abrazarlos y darles la buena noticia, dentro de esta tragedia que ha golpeado a mi familia desde el 2014”.

Consecuencias

La pesadilla para esta familia no solo ha sido por ultraje sexual y el contagio del que fue víctima Luis. Su progenitora no pudo soportar lo que estaba ocurriendo con su niño y esto le provocó una parálisis facial del lado izquierdo. Ocurrió hace dos años.

La señora también se encuentra en tratamiento y por eso no asistió a las diligencias judiciales por el caso de su hijo.

Luis toma fármacos antirretrovirales, que son otorgados en la casa de salud donde se realiza su tratamiento médico.

“Cada pastilla cuesta como 20 dólares, gracias a Dios no las dan gratis”, indicó el progenitor.

Por ser portador del VIH, Luis sufre con frecuencia de gripe y tos.

A su padre le gustaría tener un mejor trabajo para poder sostener su hogar y cubrir los gastos médicos de su hijo.