Actualidad
Un peregrino en alquiler y la fe depositada en una cuenta
Aprovechando la canonización de dos de los tres pastorcillos que fueron testigos de la aparición de la Virgen, se ofrece peregrinaje a distancia.
Gil el pasado viernes en Cascais, al inicio de su romería.
Aunque pareciera una irrealidad, haga de cuenta que su fe puede ser controlada a control remoto como si se tratara de un dron. Claro que a más dinero cancele, más sacrificios se harán.
La traducción es sencilla. Si usted busca el perdón de Dios o desea agradecer un milagro concedido pero la idea de caminar descalzo durante días le desagrada, es un potencial cliente de Carlos Gil, un portugués de 52 años que peregrina por encargo hasta Fátima.
Este servicio puede costar hasta $ 2.700 y Gil no es el único que presta sus pies y su tiempo, ya que es parte de un red llamada peregrinos.org. Además, su caminata no será en solitario, ya que cerca de un millón de peregrinos se espera que lleguen hasta esta pequeña aldea del centro de Portugal, para asistir a la canonización que el papa Francisco oficiará.
Las tarifas que tiene Gil están bien establecidas. Por prender una vela por ejemplo, son $ 27. Por recitar el rosario el precio sube a $ 270. Si alguien se lo pide, él está dispuesto a recorrer de rodillas los últimos 400 metros de la explanada del santuario que llevan a la Capilla de las Apariciones.
Para llegar a tiempo a Fátima, Gil dejó hace una semana su pequeño chalet ubicado cerca de Cascais, al oeste de Lisboa. En su peregrinación, habrá completado 200 kilómetros a pie y pernoctará en casas de personas que lo alberguen o incluso bajo las estrellas.
Con respecto a su cliente, contó que se trata de una mujer que lo contactó por WhatsApp. El resto es secreto profesional. Para él se trata “de estar al servicio de los otros”, sobre todo de los enfermos que no pueden desplazarse.
Dice que fue en 2001 cuando se le ocurrió retomar esta vieja tradición que ya se practicaba en la Edad Media, a iniciativa de los nobles acaudalados que no tenían tiempo o no estaban en condición física.
Aunque no en Portugal, Gil afirmó que en Alemania sí tiene algunos “colegas” que ofrecen los servicios de “peregrinos de alquiler” vía Internet.
Sin embargo, es algo confidencial, ya que no es bien visto por la Iglesia católica. En el caso de los musulmanes, en el viaje a la Meca (Hadj) esta práctica milenaria es más habitual.