El ‘cachuelo’ le llegó de ‘chiripazo’

Un aviso en el periódico dio pie a su emprendimiento. Originalmente, Rosa Cadena, de 40 años, pensó que sería una buena idea para ayudar a su hermana, pero luego de que esta rechazara la idea, decidió medirse el reto ella misma.

Llevaba tres meses desempleada a raíz de que dejara su trabajo anterior como asistente de contabilidad. Como se hacía cargo de las terapias de un sobrino, pedía demasiados permisos en su trabajo y eso la llevó a salir de su antiguo puesto.

“Esto, en cambio, me da la oportunidad de manejar mi tiempo”, asegura sobre su labor como canillita, que comenzó con un mensaje de Whatsapp.

Hace poco más de un mes, llegó al parterre de la avenida Abdón Calderón y Raúl Clemente Huerta, al sur de Guayaquil. Y desde entonces, su rutina es la misma: se levanta a las 05:00 y de ahí camina hasta el parterre, donde recibe los periódicos y comienza su jornada a las 06:00, con los primeros rayos del sol.

Desde esa hora hasta las 11:00 expende EXTRA, Expreso y otros diarios; y de 11:00 hasta pasadas las 13:30, su fuerte es la venta de agua, chicles y caramelos.

Poco a poco fue cogiéndole el golpe a su nuevo trabajo. “Ahora los clientes ya me conocen”, añade con una sonrisa cuando le preguntan qué tan movidas son las ventas.

Ahora, incluso menciona que está pensando en añadir las recargas a la lista de productos que ofrece en su pequeño puesto. (LL)