El icónico Parque de las Tripas, ubicado en el sector de La Vicentina, en el centro norte de Quito, está en plena transformación. El espacio será reabierto en aproximadamente 40 días, según informó el Municipio. La intervención busca devolverle a la ciudad un sitio emblemático, muy ligado a la gastronomía popular y a la vida barrial.

La rehabilitación contempla una renovación integral. Habrá 16 locales de comida que reemplazarán los antiguos carritos improvisados, los cuales serán distribuidos en módulos modernos pero con un diseño que respeta la esencia tradicional del sitio. 

La idea es que los visitantes disfruten nuevamente de las famosas “tripas mishqui” en condiciones más seguras e higiénicas. 

Además, se instalarán áreas de descanso, iluminación renovada y un espacio cultural para reactivar el turismo en el sector. El proyecto es parte del plan municipal para recuperar espacios icónicos de la capital. 

Los comerciantes serán reubicados temporalmente dentro del mismo parque. Con estas mejoras, se beneficiará directamente a cerca de 2.000 vecinos y de forma indirecta a 3.000 personas cada mes.

La administración ha resaltado que la recuperación no solo apunta a embellecer, sino a devolver el sentido comunitario al parque. Una de las principales novedades es la organización de los comerciantes. Durante años, quienes vendían en el lugar lo hacían de manera un tanto desordenada.

Los cambios en el 'parque de las tripas'

Ahora, con el nuevo diseño, cada vendedor contará con un módulo asignado, lo que permitirá garantizar higiene y seguridad alimentaria. El nuevo Parque de las Tripas busca fortalecer la identidad barrial y convertir el lugar en un punto de encuentro para vecinos y visitantes. 

La iluminación renovada y el diseño abierto buscan, además, desalentar los problemas de inseguridad que habían ahuyentado a los clientes en los últimos años.

El Municipio espera que este espacio se convierta nuevamente en un atractivo turístico. Al estar ubicado en el centro de la ciudad, su renovación puede dinamizar la economía de la zona y atraer tanto a turistas nacionales como extranjeros. 

La propuesta combina tradición, gastronomía y cultura en un solo lugar, lo que podría posicionarlo como un destino clave dentro del circuito turístico de Quito. Con esta reapertura, los quiteños recuperarán un ícono de la ciudad y un lugar cargado de sabor, historia y memoria popular.

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