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¡En cada réplica teme que su casa se caiga!

Ariana Almeida Martínez, Quito
La vida de Clofer Manosalvas cambió para siempre luego del terremoto del pasado 16 de abril. La casa que levantó durante 15 años, en la Nueva Aurora, sur de la capital, quedó seriamente afectada e inhabitable.
La noche del domingo, una vez más, el pánico se apoderó de él y su esposa Érika durante las réplicas de 5,9 y 6,3. “Estábamos en la vivienda de mi papá, reunidos con la familia, cuando empezó el temblor. Todos querían salir corriendo y yo tenía miedo de llegar a casa y que esta se haya venido abajo”, detalló.
Junto a la vivienda comprometida por los daños, Clofer mantiene su taller de carpintería, detrás del cual improvisó una pequeña morada. “Los delincuentes aprovechan esto para robar. Tocó venir a cuidar para no perder lo poco que nos queda”, añadió.
Hasta el momento ha invertido más de 15 mil dólares en adecuaciones, arriendo de un taller y estudios requeridos por el Municipio para reconstruir su hogar. “El ingeniero me dice que deberíamos bajarle el peso y dejarle en dos pisos a la casa”, señaló.