El primer lote de vacunas contra el COVID-19 de la farmacéutica Pfizer será distribuido en tres ciudades: Quito, Guayaquil y Cuenca.

Pero el cambio de fecha en la llegada de las dosis ha dejado un sinsabor. Estaba previsto que arribara la carga la tarde de ayer al aeropuerto Mariscal Sucre de la capital.

Tres especialistas médicos, consultados por EXTRA, explicaron que este manejo tan incierto pone en duda la efectividad del Plan Vacunarse.

Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, dijo que en la Fase 0, en la que se vacunarán a personal médico y ancianos, es vital para que los procesos siguientes se hayan fortalecido.

Un panorama incierto

Santiago Carrasco, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (FME), dijo que estas inconsistencias han permanecido desde que se inició la pandemia. Además, como gremio, no tienen certezas de cuándo empezaría el proceso de vacunación. Al principio, la fecha de arribo era el 18 de enero. Pero luego Juan Carlos Zevallos, ministro de Salud, afirmó que se malinterpretó la información.

Algo similar ocurrió con el número de inyecciones. Un acuerdo inicial permitiría la importación de 50.000 dosis para 25.000 personas. Más tarde se anunció que subió a 86.000 para aplicarlas a 43.000 pacientes (esto porque se necesitan de dos dosis).

COVID para largo

Si muchos ecuatorianos son vacunados, el avance del virus no será tan fuerte, según el epidemiólogo David Larreátegui. “Algunos países ya empezaron a vacunar, pero acá nos estamos quedando atrás”.

A su criterio, la adquisición de vacunas no se hizo a tiempo porque el país no es un buen ofertante. Y ante esto, el profesional detalló que se debió hacer una coalición en la región para garantizar una cantidad adecuada del medicamento.

Por eso, la demora causaría que “en el Ecuador se prolongue la enfermedad y un retorno a la normalidad se complicaría más”, finalizó.