Muchas veces la censura es exagerada. La intención de cuidar "las buenas costumbres", en más de una ocasión, tiene consecuencias ridículas y esta historia da fe de ello.

Una residente de Richmond (Texas, EE. UU.) recibió una notificación de las autoridades locales en las que se le pedía retirar la decoración creada para Halloween. Consistía en calaveras con pelucas y en posición de que estaban haciendo 'pole dance', barra de acero incluida.

¿Y cuáles eran los argumentos de este pedido? Sigamos.

En el documento, la decoración de Angela Nava, la dueña de la casa, fue calificada de "inapropiada" y con "posiciones ofensivas".

Angela le dijo a la cadena de TV local ABC13 que la idea era crear una atmósfera de club para adultos cambiando las posiciones de los esqueletos.

"Todos hemos tenido un año terrible. Si eso (la decoración) trae un poco de alegría a alguien, entonces lo estamos haciendo todo bien", dijo Ángela, explicando que lo que buscaba era que la gente se ría, no que se ofenda. Al parecer, para muchos, no lo logró.

No obstante, como no recibió ninguna queja directa de ningún vecino, la residente decidió impugnar la orden de retiro.

"Todos me apoyaron increíblemente. A mis vecinos les encanta" , dijo Ángela. Y ahí siguieron las calavera "teiboleras".