Los habitantes de Lago Agrio, en Sucumbíos, quedaron perplejos tras conocer que una madre de familia se enfrentó a dos delincuentes que entraron a su casa a robar. Pero lo más sorprendente fue que esa misma residente fue detenida por la Policía por la muerte de uno de los antisociales.

Las autoridades abrieron un proceso por el delito de homicidio culposo y optaron por dejar libre a esta madre de familia. Sin embargo, ella no puede salir del país y debe presentarse periódicamente en la Fiscalía como medidas alternativas a la prisión preventiva.

Su caso provocó diversas reacciones, aunque, en su mayoría, a favor de la implicada. EXTRA accedió al documento de la diligencia que se llevó a cabo el 19 de agosto, en la Unidad Judicial de Lago Agrio.

Dos sujetos atacaron a madre e hijos en Lago Agrio

La señora, de 39 años, tiene su vivienda en el barrio Brisas del Aguarico y tres hijos: dos varones y una mujer. “Hice los quehaceres en mi casa y luego me puse a descansar. En ese momento vi que entró una moto a mi domicilio”, indicó la procesada.

En el pequeño vehículo iban dos sujetos, uno de ellos se bajó y empezó a discutir con el hijo de la mujer. “Yo les grité que por qué entraban a mi casa”. En ese momento, uno de ellos le tapó la boca mientras el otro apuntaba con un arma de fuego al vástago.

En medio de las amenazas, el hijo que discutía con los delincuentes recibió un cachazo en la cabeza. Fue ahí que los tipos preguntaron de quién era la moto que estaba en la vivienda. “Uno de ellos se llevó la computadora (de la casa) y forcejeamos porque yo quería quitársela”, dijo la mujer.

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La muerte del delincuente en Lago Agrio

Durante el forcejeo, la señora aseguró que el tipo sacó un cuchillo y amenazó con asesinarla. “Yo lo empujé con todas mis fuerzas. El otro (implicado) gritaba: ‘Vamos’ y fue ahí que se cayó”, aseveró la procesada.

Según el parte policial, el caso fue atendido por miembros de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) que patrullaban el sector, la noche del 18 de agosto. La señora salió corriendo y suplicó a los uniformados que la ayudaran porque le quería robar.

Los soldados se percataron que había un sujeto tendido en el piso, sin vida, con una puñalada en su cuerpo. El otro, en cambio, salió corriendo, pero fue capturado. El detenido contó que el tipo, antes que falleciera, le pidió que lo llevara hasta la casa de la procesada porque ella le debía dinero, algo que no fue corroborado por la mujer.

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