Exclusivo
Actualidad
¡Del festejo a la tumba!
Un hombre salió de su casa a trabajar y después fue a celebrar su cumpleaños. Días más tarde fue hallado muerto en una quebrada del centro de Quito.
Los familiares de Cristian Atupaña no le cantaron el cumpleaños feliz. Rezaron sobre su ataúd. Y su muerte aún es un misterio, según su tía y otros allegados.
Su cadáver fue hallado en una quebrada el pasado 7 de diciembre, en el barrio Balcón Quiteño, sector de Toctiuco, centro de la capital. Los restos estaban debajo de un puente peatonal que atraviesa la hondonada.
Tres días antes, la fecha de su cumpleaños, el 4 de diciembre, salió de su casa rumbo al trabajo en una constructora del sector de La Carolina, en el norte. Después de sus labores, sus compañeras le tenían una sorpresa.
Los familiares explicaron que el cadáver no tendría huellas violentas.
“Las chicas le compraron un pastel y le festejaron. Se quedaron tomando allí”, contó Narcisa Morocho, tía de Atupaña, cerca del puente donde lo encontraron.
Más tarde, dejaron el trabajo y se fueron a la plaza Foch, a continuar con el festejo.
“Mi sobrino estaba con tres compañeras. Después se fueron a la casa de una de ellas, en Carcelén (norte de la ciudad)”, explicó Morocho.
Las horas pasaban y él no regresaba a la casa. Entonces, la esposa de Atupaña le mandó un mensaje al celular del jefe. Así se enteró del festejo y de lo que estaban haciendo.
La farra terminó la madrugada del 5 de diciembre y pidieron un taxi para que llevara a Atupaña hasta su casa, en Balcón Quiteño. Sin embargo, jamás llegó a su domicilio. Fue cuando la búsqueda empezó.
Los parientes fueron a la Fiscalía y pusieron la denuncia por la desaparición. Luego juntaron pistas y se enteraron de que Atupaña habría tenido un pleito con el taxista que lo llevó.
“Supuestamente él quiso agredir al chofer, pero no se sabe nada más”, indicó Cristina Morocho, otra pariente.
Después, Atupaña se bajó del carro y todo es un misterio. No conocen cómo fue a parar a la quebrada.
Ese día “ya íbamos a buscar en otra parte cuando lo encontramos tirado”, contó Carlos Mesías, allegado de la familia. No tenía huellas de violencia y tampoco creen que se haya suicidado. No obstante, ellos no saben si la muerte se dio por una caída desde el puente. Y si fue así, tampoco conocen si se trató de un accidente o un crimen.
La extracción del cadáver duró aproximadamente tres horas.