La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación por el delito de terrorismo tras la emboscada ocurrida el 9 de mayo en el sector de Alto Punino, provincia de Orellana, que dejó un saldo trágico de 11 militares fallecidos. El ataque se produjo durante un operativo contra la minería ilegal llevado a cabo por la Brigada de Selva N.º 19 Napo.

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Poco después de los hechos, el Ministerio Público informó que participó en el levantamiento de los cuerpos y la recolección de indicios en el lugar del ataque. Los restos de los militares caídos están siendo trasladados a Quito, donde serán velados con honores militares en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, ubicada en el norte.

Además, según la Fiscalía, se realiza el análisis forense de otro cuerpo hallado en la escena, que pertenecería a un  miembro del grupo armado responsable del ataque. Hasta ahora, el Gobierno ha señalado como principal sospechoso al grupo Comandos de la Frontera, integrada por disidentes de las FARC.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró tres días de luto nacional, del 10 al 12 de mayo, y calificó a los militares caídos como Héroes Nacionales. El gobierno se comprometió a capturar a los responsables del ataque .

Fueron despedidos por sus compañeros en la Amazonía

El operativo involucraba a 80 militares divididos en cuatro equipos de combate. Uno de estos equipos fue emboscado con explosivos, granadas y fusiles, resultando en la muerte de dos tenientes, un sargento segundo, un cabo primero, seis cabos segundos y un soldado. Además, un miembro del grupo armado también falleció durante el enfrentamiento .

Los cuerpos fueron llevados a Lago Agrio, donde se levantó una capilla ardiente. La tarde de este sábado 10 de mayo, el Ejército Ecuatoriano informó que "sus compañeros de armas y autoridades militares despidieron a los soldados en la misma zona donde ofrendaron su vida en cumplimiento del deber. En este sector de la Amazonía ecuatoriana, se dio honores que reflejaron el valor, la entrega y el sacrificio de quienes defendieron a nuestro país".

Este incidente resalta la creciente violencia en la región amazónica de Ecuador, donde la minería ilegal ha proliferado en los últimos años, especialmente en zonas fronterizas con Colombia y Perú. La presencia de grupos armados en estas áreas ha generado preocupación sobre la seguridad y la protección de los recursos naturales .

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