José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, considerado uno de los criminales más peligrosos del Ecuador, fue capturado este miércoles 25 de junio de 2025. Su detención pone fin a una intensa persecución nacional e internacional, luego de haberse fugado de la Penitenciaría del Litoral ocurrida el 7 de enero de 2024.

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Alias Fito lideraba la organización criminal Los Choneros, una de las bandas más temidas del país, con nexos internacionales vinculados al narcotráfico, sicariato y tráfico de armas. Desde su fuga, se convirtió en uno de los tres objetivos militares prioritarios del Gobierno del presidente Daniel Noboa, quien confirmó su captura en redes sociales.

Una vida marcada por el crimen

Macías nació en noviembre de 1979 en Manta, Manabí. Desde temprana edad se involucró en actividades delictivas. En la década de los 90 se unió a Los Choneros, organización surgida en Chone. Con el tiempo, sus operaciones se expandieron desde extorsiones y robos hasta el narcotráfico internacional.

Su ascenso en el mundo criminal se consolidó en 2020, tras el asesinato de José Luis Zambrano, alias Rasquiña. A partir de ese momento, Fito asumió el mando total de Los Choneros, consolidando su poder dentro y fuera de los centros penitenciarios.

Así, Fito fue sentenciado en 2011 a 34 años de prisión. La Fiscalía General del Estado ha vinculado su nombre a 23 procesos judiciales entre 2010 y 2024. Entre ellos, ocho causas por asesinato, cinco por tenencia ilegal de armas y tres por delincuencia organizada. También enfrenta una acusación por asociación ilícita.

En abril de 2025, la Corte Federal de Brooklyn, Estados Unidos, presentó siete cargos en su contra. Entre ellos constan conspiración para distribuir cocaína, tráfico internacional de armas de fuego y contrabando desde Norteamérica.

Fugas, recapturas y una vida entre rejas

Su primera detención se dio en el año 2000. Una década más tarde se convirtió en el brazo derecho de alias Rasquiña. En 2011 fue trasladado a La Roca, pero en 2013 se fugó junto a 17 reos. Fue recapturado ese mismo año, oculto en una caleta subterránea en Manta.

Durante los años siguientes, Fito ejerció un control absoluto sobre los pabellones de la Penitenciaría del Litoral. En 2021, informes policiales lo señalaron como instigador de motines y masacres que dejaron más de 300 muertos en las cárceles.

La guerra entre bandas criminales como Los Choneros, Los Lobos, Chone Killers y Tiguerones desató una ola de violencia carcelaria. Fito y alias JR fueron señalados como los principales responsables de organizar estas masacres desde sus celdas.

El asesinato de alias JR en Colombia, en 2023, dejó a Fito como líder absoluto de su organización. A pesar de estar tras las rejas, seguía operando con poder económico y contactos que le permitían manejar la estructura criminal desde adentro.

Un abogado entre narcos

En 2023, Macías sorprendió al país al obtener el título de abogado por la Universidad Técnica Particular de Loja. El logro académico ocurrió mientras permanecía en prisión y fue visto por muchos como un intento de legitimación personal o estrategia judicial.

Ese mismo año, tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, el gobierno de Guillermo Lasso ordenó su traslado a La Roca. La decisión se enmarcó en el estado de excepción decretado por la creciente violencia ligada al narcotráfico.

En septiembre de 2023, apenas un mes después de su traslado, un juez de Garantías Penitenciarias ordenó su retorno a la Cárcel Regional N°4 de Guayaquil. Argumentó que el SNAI no justificó adecuadamente la medida. Esto facilitó que Fito planificara su posterior escape.

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El entonces ministro de Gobierno, Henry Cucalón, criticó duramente la decisión judicial, cuestionando la coherencia entre el accionar de la fuerza pública y el sistema judicial.

La fuga que expuso al sistema penitenciario

El 7 de enero de 2024, alias Fito desapareció durante un operativo militar en la Penitenciaría del Litoral. Las autoridades no confirmaron su ausencia sino hasta horas después. La Fiscalía inició una investigación por evasión.

Se identificó una posible filtración del operativo, lo que permitió que Fito escapara. Días más tarde, dos funcionarios penitenciarios fueron procesados por su presunta complicidad. A pesar del pedido de prisión preventiva, se les impuso medidas alternativas.

Según fuentes policiales, Macías habría salido del país por la costa ecuatoriana y atravesado la selva del Darién. Durante su tiempo como prófugo, el Ministerio del Interior ofreció inicialmente una recompensa de 100 mil dólares, que en 2025 aumentó a un millón.

Estados Unidos lo acusó de narcotráfico y violencia

En abril de 2025, el Departamento de Justicia estadounidense lo acusó formalmente de tráfico internacional de drogas y armas. El fiscal John Durham lo describió como un “líder despiadado” y un “traficante de drogas prolífico” que dañó gravemente a ambos países.

La DEA aseguró que Los Choneros mantenían vínculos con el Cártel de Sinaloa y controlaban rutas clave desde Sudamérica hasta Estados Unidos.

Su familia también está en el ojo judicial

La justicia también ha apuntado contra sus familiares. Su esposa Inda Peñarrieta y sus hijos fueron expulsados de Argentina en enero de 2024. Fueron interceptados por autoridades tras recibir alertas de su presencia en ese país.

La madrugada del 2 de junio de 2025, un operativo simultáneo en Guayas, Pichincha y Manabí terminó con la detención de cinco familiares de Fito, incluyendo a su hermano Yandry Macías y su cuñado Jorge Peñarrieta. Se incautaron propiedades valoradas en 13 millones de dólares.

El operativo fue denominado Blanqueo Fito y está centrado en el presunto lavado de activos de la organización. Entre los inmuebles confiscados figuran casas de lujo, autos de alta gama y bienes adquiridos con dinero ilícito.

La expareja de Fito, Verónica Briones, también fue arrestada en mayo de 2024. Actualmente está detenida en la cárcel de mujeres de Guayaquil. El círculo más íntimo de Macías enfrenta procesos por enriquecimiento ilícito y asociación ilícita.

Un pasado que lo condena

Según registros oficiales, alias Fito no tiene actividad económica registrada en Ecuador ni declaraciones de impuestos. Su vida fue enteramente financiada por el narcotráfico y la extorsión. La Fiscalía lo ha descrito como uno de los criminales más poderosos del siglo XXI.

La justicia ecuatoriana y estadounidense han coincidido en que su caída representa un duro golpe para el crimen organizado. A pesar de su captura, las autoridades advierten que la red de Los Choneros aún se mantiene activa y peligrosa.

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